La empresa Bosques Naturales despertó en 1996 el apetito inversor en maderas nobles a través de un negocio que ofrecía la plantación de árboles, su cuidado y mantenimiento durante 20 años, y la promesa de una posterior venta de la madera al precio más alto del mercado. Pasado el tiempo, los objetivos, lejos de cumplirse, llevaron a la compañía a un concurso de acreedores del que ahora intenta salir. Recientemente Bosques Naturales ha propuesto a sus acreedores proceder a una quita del 95% de la deuda de 46,3 millones que mantiene con ellos y un plan de pagos del 5% restante (2,3 millones de euros) a lo largo de cinco ejercicios.
Este plan ha sido remitido al Juzgado de lo Mercantil Número 10 de Madrid, con la intención de salir del concurso que la propia empresa convocó el pasado mes de septiembre. Si esta opción no se pudiera leva a cabo, plantea como alternativa la transformación de los créditos de los acreedores por acciones de Bosques Naturales, lo que supondría una capitalización de la deuda. Esta segunda posibilidad prevé la compensación del 55% del valor nominal del pasivo con una quita del 45% restante. Para los acreedores que no acepten ninguna de las propuestas la empresa aplicará la capitalización de sus créditos por defecto. Bosques Naturales considera que cumple los requisitos para que la propuesta sea admitida a trámite y que cualquiera de las alternativas permitiría “cumplir con sus compromisos”.
En los últimos años, la compañía ya había intentado convencer a los clientes para que se convirtieran en accionistas y finalizar con los contratos, según explican a CincoDías los abogados de la compañía, del Bufete Marín. Sin embargo, la empresa no ha logrado convencer al 50% de los clientes, la tasa mínima establecida en la Ley Concursal.
Bosques Naturales asegura que al convocar el concurso de acreedores buscaba salvar la empresa y continuar subsistiendo. Sin embargo, Diego Herchhoren, abogado de uno de los clientes que demandó a la compañía (pidió la nulidad del contrato) y ganó en primera instancia en 2017 en el Juzgado Número 33 de Madrid, considera que se trata de “una maniobra contable”. Incluso duda de que la compañía haya plantado los árboles y afirma que “se trata de una estafa piramidal que recuerda a los casos de Fórum Filatélico y Afinsa”. La empresa ha contestado que apeló y ganó en segunda instancia, lo cual es cierto, según ha mostrado en un fallo que ha enviado a CincoDías. Herchhoren afirma que la demanda ahora está en el Tribunal Supremo a la espera de la resolución.
Precisamente, en julio de 2018 la Audiencia Nacional condenó a 12 años y seis meses de cárcel a Francisco Briones, expresidente de Fórum. Su hermano, Ángel Briones, fue presidente de Bosques Naturales hasta 2007. Ese mismo año fue sustituido en la dirección por Leonardo Sánchez Heredero, del grupo inmobiliario Delta, que continúa hasta hoy, y que nada más comenzar realizó una ampliación de capital de 20 millones. En los 11 años sucesivos, Bosques Naturales ha realizado tres ampliaciones más por 5 millones de euros.
“Todos los años hemos tenido pérdidas”, reconocen fuentes de la compañía. En 2016, los últimos resultados disponibles, la sociedad registró 344.490 euros de pérdidas. La empresa subraya que no obtiene ganancias porque no puede vender su principal activo: los árboles. Y es que posee 300.000 árboles de los cuales 200.000 pertenecen a unos 10.000 clientes. De los 100.000 restantes, algunos no han crecido lo suficiente y los otros no lograrían revertir las pérdidas con su venta, según aduce Bosques Naturales.
En 1998, la compañía lanzó la OPV Bosques Naturales del Mediterráneo para plantar 23.648 árboles en una finca de 68,5 hectáreas en Arenys del’Ampurdán (Gerona). Salió con un precio de 6,01 euros por título y sus socios colectivos eran la propia Bosques Naturales y Agroforestales. De la plantación inicial solo quedan 15.461 debido a la merma que han sufrido los árboles por “enfermedad, accidentes e inclemencias atmosféricas”.
En un informe técnico, realizado por un ingeniero forestal independiente en 2014, se databa que el 58% de los árboles se encontraba por debajo del crecimiento esperado y se detalla que “los cuidados de cultivo y mantenimiento se consideran mejorables y algunos no corresponden a los óptimos exigibles”. Las labores de mantenimiento recaían sobre Bosques Naturales, que cesó en sus actividades como administrador único y socio colectivo en julio de 2017 y abandonó sus prestaciones de mantenimiento en octubre del mismo año.
Desde su cese, Bosques Naturales ha interpuesto contra Bosques Naturales del Mediterráneo una querella por estafa procesal, una denuncia por potenciales alquileres de fincas pendientes de pago y una demanda y querella contra varios socios y el administrador de Bosques Naturales del Mediterráneo por impugnación de cuentas en 2015, aunque aún se encuentran en proceso.
Pese a todo, la empresa estima que si los acreedores aceptan la quita del 95% de la deuda, podrá continuar con su actividad si bien señala que las proyecciones “están sometidas a las incertidumbres propias de la evolución del sector y de la economía”.
Plantaciones del Mediterráneo
- Mejora de los árboles. Dos años después de la salida de Bosques Naturales de su OPV Bosques Naturales del Mediterráneo, su administrador asegura que ahora las plantaciones han mejorado su estado. “En una plantación los daños deben ser inferiores al 5% y en este caso superan el 18%. Desde el principio se hicieron mal las cosas porque los sistemas estaban obsoletos y se regaba mal”, estima.
- Recuperación de la inversión en 2025. Con la introducción de mejoras en el cuidado de las plantaciones a partir de 2017 el administrador de Bosques Naturales del Mediterráneo (que prefiere hablar de Plantaciones del Mediterráneo) prevé que de los 23.648 árboles puedan llegar a cumplir su objetivo entre 4.000 y 5.000 en el año 2025. “Con esa cantidad de árboles obtendríamos unos 5,5 millones de euros y se recuperaría la inversión. Ese es el objetivo. Además propondré esperar dos años más de plazo para que crezcan más árboles y así que puedan obtener alguna rentabilidad”, señala. Tras una inspección realizada en octubre de 2018 la compañía comunicó que en torno a 5.000 árboles cumplirían el objetivo, 3.000 podrían hacerlo y más de 15.000 se daban por descartados por estar dañados o enfermos.
- Venta de la madera. Según el administrador de Bosques Naturales del Mediterráneo ya han recibido el interés de fabricantes de muebles locales en Cataluña para comprar la madera de los árboles cuando se proceda a su tala, previsiblemente en 2025.
Fuente: texto e imagen de CincoDías