Hoy en día, hay más de 6000 satélites en el espacio, pero solo 1300 están operativos, el resto sigue deambulando sin control, lo que aumenta la posibilidad de colisiones o el riesgo de volver a caer en la Tierra. La startup italiana D-Orbit desarrolló un 'servicio de taxi espacial' para combatir la amenaza de esta basura y se ha destacado en el abarrotado mercado espacial.
En octubre de 2020, la compañía financiada por EIC recibió la primera inversión espacial del BEI y durante el mes del pasado noviembre, D-Orbit anunció una asociación con AAA Clyde Space para un proyecto financiado por la ESA.
Desde el comienzo de la era espacial, se han lanzado muchos satélites para ampliar los límites de lo conocido y explorar el universo. Pero estas innovaciones también dejaron marcas en la atmósfera y hoy el problema de la basura espacial se ha vuelto enorme. Algunos de los escombros no se pueden rastrear y el peligro potencial es que los satélites colisionen y exploten, lo que provocará que miles de escombros más pequeños se muevan sin rumbo fijo.
D-Orbit nació del interés de Luca Rossettini en el espacio y la sostenibilidad ambiental. El CEO investigó una solución para reducir la cantidad de objetos en órbita y se le ocurrió un proyecto que aborda el problema en la fuente. La startup italiana desarrolló un dispositivo de desmantelamiento que elimina los satélites antiguos al final de su misión o si ocurre un defecto importante. D3 se instala en el satélite antes del lanzamiento y luego se puede activar de forma remota cuando el satélite ha llegado al final de su ciclo de vida, sacándolo de su órbita de una manera segura y controlada.