Leemos en Economía Circular un interesante artículo sobre la petición de grupos empresariales a la presidenta de la Comisión Europea para que no se reviertan las normas sobre emisiones.
En una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Ursula von der Leyen, 14 grupos empresariales, afirman que este no es el momento de hacer retroceder las normas sobre emisiones de Europa, como los objetivos de CO2 para automóviles, furgonetas y camiones.
En su carta a la presidenta de la Comisión de la UE las compañías firmantes dicen que los trabajadores de todas las cadenas de suministro de automóviles deben permanecer empleados como parte de una recuperación ecológica en la que las empresas emergen de la crisis más fuertes y más “verdes”.
Y escriben: "Por lo tanto, le pedimos que mantenga sin cambios los objetivos de CO2 para 2020 de la UE para turismos, vehículos comerciales y vehículos pesados, y garantice el pleno cumplimiento para garantizar que se realicen las inversiones necesarias con urgencia y por el bien de la credibilidad de la normativa europea. En lugar de modificar la legislación o las sanciones, hay que centrarse en el apoyo económico para garantizar el mantenimiento de los empleos y la inversión ecológica". En el mismo sentido se expresó Julia Poliscanova, directora de Vehículos y Movilidad Eléctrica Limpia en T&E.
Los firmantes, pertenecientes al sector privado, son miembros de la iniciativa EV100 del Grupo Climático. Estos se han comprometido a cambiar al transporte eléctrico para 2030 y desean ver un despliegue más rápido de vehículos eléctricos.
En la carta se insta a priorizar el efectivo público limitado para apoyar la movilidad de cero emisiones. “La mayoría de los vehículos en Europa se compran mediante contratos de alquiler'', señala la carta, “por lo que es crucial proporcionar un apoyo específico para continuar la compra de nuevos vehículos de cero emisiones en este mercado, para flotas públicas y privadas, así como para consumidores. Hay cientos de modelos eléctricos introduciéndose en el mercado, y si eso se combina con un soporte específico para el desarrollo de la infraestructura de recarga, sería una opción eléctrica asequible y adecuada para las empresas en toda Europa''.
Por su parte, el vicepresidente Frans Timmermans, dirigiéndose a la industria automotriz, declaró hace unos días que "retrasar los estándares más estrictos de emisiones de automóviles no ayudará a la industria automotriz cuando las ciudades prohíban los motores basados en combustibles convencionales y los clientes se muevan hacia los automóviles eléctricos”. También señaló que “deberíamos invertir en la nueva economía para salir de la crisis en mejores condiciones de las que entramos y listos para un futuro sostenible, inclusivo, competitivo y preparado”. Y añadió que esto “nos ayudará a crear el mercado industrial más grande del siglo, ya que hoy se ha vuelto más rentable proteger el medio ambiente que destruirlo”.
Fuente: Economía Circular