Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, ha participado en un coloquio online organizado por Executive Forum con la colaboración de FCC Medio Ambiente. Sanz ha explicado el modelo que el consistorio está desarrollando para consolidar el modelo de Barcelona como ciudad verde e inteligente, en un contexto de crisis económica, sanitaria y climática.

En esta línea, la teniente de alcalde ha considerado que la solución a esta “triple crisis” tiene una única solución, ya que no se puede establecer una fractura entre las cuestiones económica, sanitaria y climática, que están estrechamente relacionadas entre sí.

Reconociendo la complejidad del contexto actual, ha señalado que la crisis sanitaria también ha supuesto una oportunidad para acelerar la consolidación del modelo de ciudad en el que se trabajaba previamente. Además, ha constatado que la difícil situación ha puesto en evidencia las fortalezas que Barcelona tiene como ciudad, entre las que ha destacado su adaptabilidad.

Sanz ha incidido en la importancia de que “el sector público y el privado trabajemos juntos” para afrontar los retos de Barcelona y dar respuesta a la triple crisis. “La capacidad de garantizarnos como humanidad un futuro habitable y digno para todos pasa, precisamente, por impulsar hoy un uso eficiente de todos nuestros recursos naturales y hacerlo mediante la transformación de nuestra economía hacia una economía circular y limpia” ha añadido.

Entre las cuestiones que el Ayuntamiento de Barcelona se plantea como primordiales, Sanz ha destacado la vivienda, la movilidad y la emergencia climática. Con respecto a la primera, ha asegurado que se trata de “uno de nuestros caballos de batalla”, ya que “nos parece fundamental garantizar el derecho a la vivienda”.

Para lograrlo, ha explicado que se está trabajando desde múltiples estrategias para corregir “una falta de vivienda asequible y accesible”. Asimismo, ha afirmado que, durante la crisis del Covid-19, se han evidenciado dos fortalezas de la ciudad de Barcelona: la proximidad y una densidad de población razonable.

Estos dos factores “nos ha permitido acompañar a quienes tenían menos recursos o menos posibilidades”, por lo que se ha mostrado defensora de este modelo de ciudad que “puede ser un ejemplo para las ciudades inteligentes”. También ha hecho referencia a la tipología de viviendas admitiendo que “la transición a edificios mejores también es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático”.

En materia de movilidad, Sanz ha manifestado que la salud pública es un elemento central a la hora de diseñar la nueva movilidad. Aludiendo a un estudio reciente, la teniente de alcalde ha recordado que “el 83% de los barceloneses y madrileños creen que los ayuntamientos deben proteger a los ciudadanos de la contaminación”, así como generar más espacios para peatones, ciclistas y transporte público en la adaptación de la ciudad a la nueva movilidad. Por tanto, ha expresado la voluntad de adaptar el espacio urbano para responder a “un problema de salud pública y contaminación” y así consolidar la ciudad verde e inteligente.

Para afrontar el desafío de la emergencia climática, Sanz ha incidido en que “necesitamos una alianza y un compromiso de todas las administraciones, las empresas y los ciudadanos”. De este modo, ha considerado que en el futuro podrían darse crisis climáticas o de escasez de recursos naturales que nos hagan vivir situaciones tan extremas como la ocasionada por el Covid-19. Poner en valor la innovación y la inteligencia sería clave para hacer frente a este reto, escalando y replicando las experiencias exitosas de otras ciudades. En este sentido, ha advertido que la transición ecológica europea debe empezar en las ciudades para que sea una realidad.

Jordi Payet, director de FCC Medio Ambiente, ha clausurado el coloquio destacando que “nuestra sociedad refuerza su compromiso para ofrecer y dar soporte a los servicios inteligentes que comportan un fomento de la sostenibilidad y la responsabilidad social”, para así cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2030 y el Objetivo 2050. Todo ello, según ha explicado, en un escenario económico muy complejo, por los efectos del Covid-19, y restrictivo, por las exigencias de cumplimiento de deuda.

 

Contacto de prensa: Marta Guerrero