Leemos en Navarra Capital un interesante artículo sobre la influencia de la economía circular en el sector agroalimentario.

Más de 150 profesionales del sector agroalimentario local participaron de forma telemática en el ‘II Taller Online Transfronterizo sobre Economía Circular en el Sector Agroalimentario’. Dicha iniciativa estuvo promovida por el proyecto de cooperación europeo ‘ORHI‘, perteneciente al Programa Interreg POCTEFA y gestionado por AIN en Navarra.

El objetivo es compartir conocimiento, soluciones de vanguardia y nuevos modelos de negocio, que aporten valor a toda la cadena agroalimentaria. ORHI ha sido cofinanciado al 65 % por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Interreg V-A España, Francia, Andorra (POCTEFA 2014-2020). En el encuentro, se analizó cómo el coronavirus ha afectado a la gestión que esta industria hace de la materia orgánica y de los plásticos.

La coordinadora del proyecto ORHI, Iratxe Acha identificó algunos de los retos a los que se enfrentan y los avances conseguidos por los miembros del consorcio en materia de economía circular. Destacó, en concreto, dos de ellos, importados dese Japón. Uno ofrece soluciones de refrigeración y congelación para alargar la vida de los alimentos, un aspecto relevante para reducir el desperdicio alimentario. El otro, hace referencia a una tecnología de nanoburbujas, que aumenta el rendimiento en cultivos agrícolas y piscícolas.

Igualmente, puso a disposición del sector dos catálogos que recogen tecnologías y soluciones innovadoras en sostenibilidad. Ambas son fruto del trabajo llevado a cabo por ORHI a nivel internacional. “Ante el anunciado cambio climático, tenemos el gran reto de preservar la vida humana en el largo plazo”.

Finalizada su intervención, los participantes conocieron de primera mano cuatro ejemplos destacados de acompañamiento a cargo de Leartiker (revalorización de lactosueros en queserías), Ovalie Innovation (valorización energética a través de la biometanización en granjas de patos), Breen Aquaponic Systems (acuaponía para el sector local de piscicultura y horticultura) y Solteco (revalorización y upcycling de residuos plásticos agrícolas).

Huella plástica y desperdicio alimentario 

Juanjo Amate, ambientólogo, sociólogo y experto en sostenibilidad, ofreció la conferencia ‘Las claves de un modelo circular para la agroindustria y su relación con el Covid-19’. En su exposición, defendió la aplicación de esta estrategia como un modelo para la sostenibilidad al combinar al mismo tiempo economía, medio ambiente y equidad social.

Dijo, además, que la irrupción del Covid-19 “ha generado una conciencia respecto a la utilidad del plástico en el contexto de una pandemia, pero a la vez del impacto que tiene su uso. Y eso nos plantea el problema de hasta qué punto podemos prescindir de él”. También ha demostrado “la importancia de contar con cadenas de suministro más cortas y el incremento en la demanda de alimentos más sanos, seguros y sostenibles”.

Por todo ello, Amate consideró que los grandes retos pasan por reducir la huella plástica y evitar el desperdicio alimentario, así como abordar nuevos modelos de colaboración. La industria agroalimentaria cada vez está más familiarizada con la economía circular, “pero está necesitada de modelos y ejemplos concretos que la inspiren”. En ese sentido, consideró que, a medio plazo, se han puesto las bases para un “un gran cambio en positivo y, sobre todo, una oportunidad para innovar, no a base de músculo, sino de cerebro, tomando como modelo la idea del clúster colaborativo”.

Sostenibilidad, innovación y alianzas

El taller se completó con una mesa redonda en la que participaron Cristina Rodríguez, responsable de Sostenibilidad de Eroski; Raquel Gómez, responsable de proyectos I+D del Clúster Food+i; Eva Verdejo, líder del grupo de Reciclado Químico de Aimplas; Gorka Legarreta, responsable corporativo para productos comestibles de Viscofan; y Jesús Cía Asensio, director y fundador de Josenea.

Todos ellos abordaron cómo la pandemia ha cambiado las prioridades dentro de la cadena de valor agroalimenaria. De este modo coincidieron en que, poco a poco, se va imponiendo una nueva realidad alineada con los objetivos de la Unión Europea, en el nuevo marco del Pacto Verde #EUGreenDeal.

Así, se habló, por ejemplo, de cómo el consumidor demanda un menor uso del plástico sin que eso suponga renunciar a mayores niveles de seguridad. Igualmente se analizaron aspectos como la significación de las marcas respecto a sus compromisos sostenibles, los futuros cambios legislativos o la necesidad de cadenas más cortas y tejidos empresariales regionales mucho más fuertes. Los componentes de la mesa reflexionaron también sobre el papel de los productores locales, el reto de la escalabilidad y la innovación y cómo el Covid-19 ha transformado la relación entre empresas y proveedores.

 

Fuente: Navarra Capital