Los efectos de la pandemia han reabierto las frágiles costuras de una herida aún por curar: la desigualdad. Más en territorios y comunidades en los que la crisis sanitaria -y su derivada económica- es solo una piedra más del camino que se mete siempre en los mismos zapatos: en los de las mujeres.

Según un informe de la ONU, esta crisis está afectando de forma desproporcionada al sexo femenino: no solo ha aumentado drásticamente su tasa de pobreza, sino que ha ampliado la brecha entre hombres y mujeres que viven en la pobreza extrema . De hecho, si se esperaba que la tasa de pobreza de las mujeres disminuciónra en un 2,7% entre 2019 y 2021, las proyecciones ahora apuntan a un aumento del 9,1% debido a la pandemia y sus consecuencias.

Mujeres que, además, vertebran el sector más golpeado en muchos territorios: el turístico. Ante este escenario, cabe preguntarse si ¿puede la pandemia ser un punto de inflexión y actuar como revulsivo para reinventar este mercado? Una reinvención que, a través de la sostenibilidad, permita impulsar aquellos colectivos que, como las mujeres, han quedado injustamente rezagados. Sí, partiendo, eso sí, de dos premisas: la relación directa entre igualdad de género y desarrollo sostenible, y el potencial del turismo como motor de desarrollo económico y social en África.

Emprender, en África, en pandemia

Si lo primero ya es difícil en el resto del mundo, añádele un triple extra de dificultad para aquellas mujeres que emprenden en África y en pandemia. Para recomponer e impulsar un colectivo ya de por sí castigado en el sector más amenazado surge Santander BEST Africa.

Se trata del primer programa de cooperación para el desarrollo impulsado de forma directa por Fundación Banco Santander. Una iniciativa que ayuda mujeres emprendedoras que contribuyen a la mejora de su comunidad y a la preservación de su entorno. Mujeres que con su trabajo han articulado las herramientas necesarias para mejorar sus vidas con negocios sostenibles vinculados a la hostelería, la restauración, la artesanía y el turismo.

Mujeres como Fatou Janah Mboob, fundadora y promotora de TRY, una asociación que ha conseguido dar fuerza y visibilidad a las mariscadoras de Gambia, una figura muy frágil y desprotegida de la cadena productiva. Gracias a ella, las recolectoras forman ahora un grupo organizado, conscientes de su fortaleza como colectivo.

O Leontine Keita, joven madre bedik que gestiona un albergue rural en Senegal, Chez Leontine, compuesto por ocho cabañas rústicas y comedor. Leontine es también la promotora de una cooperativa de productoras de harinas en su población natal. O Isatou Ceesay que, junto con otras cuatro mujeres, creó en su aldea natal el Centro de Reciclaje de N´Jau. Su principal objetivo era sensibilizar sobre la importancia de hacer algo con los residuos de plástico que se amontonaban a su alrededor.

Gracias al programa, estos proyectos pueden asegurar la continuidad de su negocio y el empleo durante la pandemia mientras mejoran su capacitación, organización y conocimientos.

Hemos encontrado mujeres muy valiosas que han articulado en estos negocios herramientas para mejorar su vida, las de sus familias y las de su comunidad. Nos sentimos muy orgullosos de ayudar a estas emprendedoras y más en estos momentos de crisis ”, explica Gabriel Viloria, coordinador de Santander BEST Africa en Fundación Banco Santander.

Mujeres que pueden contar con formación y asistencia técnica, tecnológica y apoyo en la promoción y acceso al mercado. El programa, lanzado en octubre de 2020, ya está operativo en Gambia, Senegal y Marruecos. Aunque en 2021 está previsto su despliegue en nuevos países africanos seleccionados por su relevancia en el marco de la estrategia de la cooperación española y por el potencial del turismo como herramienta de ayuda al desarrollo social y económico en un escenario post covid-19.

Desde el inicio del programa, un total de 24 proyectos liderados por emprendedoras africanas han comenzado a recibir apoyo técnico y económico por parte de Santander BEST Africa. Una estructura de soporte que les ayuda a generar ingresos para más de 600 personas, en su mayoría mujeres en situación vulnerable.

Se estima que el programa permitirá crear o mantener el empleo de hasta 1.300 mujeres y ayudar a capacitar a no menos de 700 de ellas hasta la final de 2021 ”, apunta Viloria.

Un proyecto, triple efecto

Desde Fundación Banco Santander destacan un efecto triple: la promoción de la igualdad de género a través del fomento del emprendimiento en un sector que está dramáticamente afectado por la crisis.

El turismo es un sector muy transversal, abierto a proyectos, negocios y actividades muy diversas”, valora el coordinador de Santander BEST Africa. “Lo más relevante es que el trabajo a medio largo plazo nos permite avanzar de forma transversal en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible ”, todos agrega.

Santander BEST Africa se enmarca dentro de la estrategia de ayuda e impulso financiero que Banco Santander está destinado para luchar contra la pandemia. Especialmente donde la crisis ha multiplicado las necesidades de las comunidades más vulnerables.

No solo en España, donde ha destinado 100 millones de euros a la lucha contra la pandemia en el ámbito sanitario y ha prestado más de 1.000 millones de euros al día para apoyar a particulares y empresas, sino en todos aquellos lugares donde más se necesita. Y esta iniciativa de Fundación Banco Santander es un ejemplo de ello.

 

Fuente: La Vanguardia