En un país dónde más del 80% de la población española tiene un teléfono móvil, se calcula que el 45% de esos terminales están rotos. Así la cifra de dispositivos reparados en España asciende a 4.7 millones al año, lo que supone un negocio de 700 millones de euros. A pesar de estas cifras, el sector de la reparación de smartphones lleva estancada un par de años debido a la calidad de los terminales que las empresas ponen a la venta.
Mucho ha cambiado el panorama de la telefonía móvil en España en los últimos años. A principios de 2012, Telefónica decidió dejar de ofrecer teléfonos gratis a sus clientes. El resto de operadoras no tardaron en copiar la idea y la venta a plazos se extendió. Ya no había teléfonos gratis y, de hecho, el precio de los terminales no ha parado de subir, con smartphones que superan los 1.300 euros.
"El mercado está cambiando. La vida útil de los teléfonos va en aumento porque las baterías son de mayor calidad y los materiales más resistentes a impactos e incluso al agua y, además, los propios usuarios optan y optarán cada vez más por reparar sus terminales, pues son buenos equipos que quieren que duren más tiempo", explica Carlos Valdecantos, socio de monitor de Deloitte para la industria de TMT.
"El mercado de las reparaciones de telefonía móvil mueve actualmente en España más de 700 millones de euros. Somos el segundo país europeo que más rompe sus teléfonos, por detrás de Grecia y empatados con Italia, y de hecho, se calcula que un 45% de los móviles en nuestro país está roto, muchos con roturas visibles y otros muchos con daños internos que el usuario no sabe que tiene", explica José Luis Lasa, CEO de la compañía de reparaciones móviles Tabili. Con estas cifras, y en un país donde más del 80% de la población cuenta con un teléfono móvil, la cantidad de comercios que ofrecen servicios de arreglos de smartphones no ha parado de crecer en los últimos cuatro años.
En concreto, este negocio se remonta a las propias operadoras móviles, que en 2014 aseguraban reparar más de dos millones de terminales al año. En la actualidad, a los servicios oficiales de reparación de dispositivos (Anovo, ICP o Regeneris), donde las marcas remiten a sus clientes con teléfonos dañados, se han sumado una red de pequeños y medianos comercios que aseguran ofrecer la misma calidad a precios más ajustados. En total, actualmente se reparan más de 4,7 millones de teléfonos al año.
Pero en contra de lo que pueda parecer, el negocio de los arreglos en telefonía móvil lleva dos años estancado. Los smartphones han aumentado su precio, pero también su calidad. "El número de reparaciones ha descendido un 14% en los dos últimos años y el principal motivo es que han caído las reparaciones en garantía al 39%, cuando hace dos años eran casi un 60%. Y es que cada vez los móviles se fabrican mejor", asegura Javier Rosa Arellano, manager de Servicios Técnicos de Phone House.
Cada vez más tiendas
Este dato contrasta con la proliferación de pequeñas tiendas y franquicias de este tipo que inundan las ciudades españolas. "Cada vez hay más competencia, por desgracia para muchas personas que acuden a un número creciente de centros no homologados, poco cualificados o que no ofrecen ninguna garantía pero que promocionan precios sospechosamente muy bajos. También es cierto que están apareciendo algunos, pocos, competidores con ganas de hacerlo bien. Eso es bueno", apunta Javier Rosa.
"En el medio plazo seguirá creciendo el número de actores. Es inevitable. Pero el número de reparaciones disminuirá. Así que el escenario es bastante claro. Mayor competencia en precios y servicios. Algunos pocos sabrán posicionarse con propuestas de valor diferenciadoras que les harán algo más inmunes a la batalla competitiva", añade el experto.
¿Cómo diferenciarse? En Phone House, por ejemplo, aseguran ofrecer precios bajos y garantías, además de reparaciones express y un servicio a domicilio a particulares y empresas. En el caso de Tabili, el elemento diferenciador se encuentra en las reparaciones a domicilio, pero en este caso el usuario puede quedar con el técnico en cualquier lugar donde haya una mesa (cafetería o parque, por ejemplo), y ver en todo momento lo que el reparador hace con su terminal, asegurándose de tener los datos y fotos almacenadas en el móvil a salvo.
Otra clave para sobrevivir a esta posible reducción del mercado está en la calidad de las piezas con las que se repara. La mayoría de estas tiendas y franquicias adquieren los componentes de proveedores españoles como Impextrom, pero "la adquisición de imitaciones de piezas en China está a la orden del día y está provocando la desaparición de algunos proveedores españoles", explican desde GSMobile, proveedor de componentes para la reparación de teléfonos móviles.
Las pantallas, el componente más delicado
Las pantallas son el componente más frágil en los teléfonos móviles, y por tanto, el que más se repara. Según Phone House, de las reparaciones de fuera de garantía, las más habituales son reparaciones de pantallas (40%), software (22%), batería (10%) y cámara (7%). Pero no todas las pantallas son iguales. "Conseguir un panel para un dispositivo Samsung es lo más caro, pues la coreana controla muy bien sus componentes y no hay imitaciones. Para la mayor parte de los teléfonos se pueden comprar las pantallas en torno a los 40 euros, aunque para un teléfono de Xiaomi, se puede conseguir por menos de 25 euros y para un equipo con OLED el precio puede subir a más de 200 euros. Además, dependiendo del tiempo que tenga un teléfono y de la cantidad de paneles del mismo que se vendan en el mercado, su precio puede variar mucho. Por ejemplo, la pantalla del Galaxy S7 de Samsung es muy complicada de encontrar, por lo que cambiar este panel es tan caro como un teléfono nuevo", explica un responsable de GSMobile, proveedor de componentes móviles. En España, solo compañías como Anovo o Regeneris reciben para las reparaciones las piezas oficiales de los fabricantes, "el resto tenemos que buscarlas en otros mercados europeos o en China", añade.
Fuente: Expansión