Ecologistas en Acción, junto a Rainforest Norway, publican un informe que muestra un mapa del riesgo de deforestación provocada por el uso de piel procedente de la Amazonía y en el que está gravemente implicada la industria automovilística europea.
« Las marcas de coches europeos que utilizan cuero brasileño son responsables de provocar la deforestación de la selva amazónica », afirma Nuria Blázquez, responsable de Internacional de Ecologistas en Acción. « La transparencia y la trazabilidad son casi inexistentes en las cadenas de suministro de cuero, y es muy probable que las empresas que compran cuero a los principales proveedores brasileños sea de vacas que han pastado en tierras deforestadas. Actualmente, nadie puede demostrar que el cuero que compra no está ligado a deforestación », declara Blázquez.
La deforestación en Brasil se ha disparado en los dos últimos años y en 2020 alcanzó su máximo en 12 años, con más de un millón de hectáreas de selva destruidas. La ganadería es la actividad que más deforestación provoca en la Amazonía brasileña . Brasil tiene la mayor cabaña ganadera del mundo, y el 80% del cuero se exporta. Casi la mitad del mismo se utiliza en la industria del automóvil.
El informe analiza los datos de deforestación de 2019 y 2020 en las zonas de compra de los mataderos y curtidurías de Brasil conectadas a los flujos comerciales específicos entre Brasil y los fabricantes de componentes de cuero de los automóviles en Europa. El mayor riesgo de deforestación se encontró en las cadenas de suministro de las marcas vinculadas al Grupo Volkswagen y al Grupo BMW. El informe detectó además 3,5 millones de hectáreas de deforestación en las inmediaciones de los mataderos y curtidurías de su cadena de suministro.
Todos los fabricantes de automóviles utilizan cuero procedente de al menos una de las tres grandes industrias cárnicas de Brasil, JBS, Marfrig y Minerva, que según el informe están ligadas a la deforestación a gran escala a través de sus proveedores directos e indirectos de ganado.
El estudio también documenta pruebas de blanqueo de ganado, en el que el ganado se cría en tierras ilegales y deforestadas, pero se traslada y vende desde explotaciones con pastos legales, para eludir la legislación medioambiental.
« Alegar ignorancia no es excusa para provocar la deforestación. Todas las empresas que utilicen cuero brasileño deben establecer sistemas de trazabilidad desde el producto acabado hasta la granja de nacimiento del ganado. Los proveedores ligados a deforestación directa o indirecta o violaciones de los derechos humanos en sus cadenas de suministro, deben ser excluidos », sostiene Blázquez.
Fuente: Ecologistas en Acción