A finales de 2020 el Grupo L’Oréal sentó las bases de su nuevo plan de sostenibilidad, L’Oreal for the Future en el que se propone un modelo de negocio más inclusivo y respetuoso con el planeta. Una propuesta que involucra al 100% a toda la cadena de valor, incluyendo a proveedores y consumidores como figuras clave de su estrategia para reducir su huella de carbono al 50% en 2030.
Al frente de esta iniciativa en nuestro país se encuentra Delia García Gómez, ambientóloga, directora de Sostenibilidad y RSC de L’Oréal en España y Portugal. Firme activista por el medio ambiente y el desarrollo profesional de la mujer en las empresas, desde que se licenció en Ciencias Ambientales se ha dedicado en cuerpo y alma a hacer que las empresas sean respetuosas con el entorno y, por supuesto, socialmente responsables.
En una entrevista concedida a Soziable.es explica las acciones sociales y de apoyo al medio ambiente de la compañía de cosméticos y belleza.
- En estos casi 20 años en contacto con la parte más social y sostenible de las empresas, podría decirse que le gusta trabajar en proyectos ‘con alma’…
Sí. He tenido la suerte de haber podido desempeñar mi carrera en este ámbito que para mí no es solo un trabajo, si no una forma de vivir. Yo creo que la sostenibilidad bien entendida es autenticidad y honestidad.
- Se licenció en Ciencias Ambientales y desde siempre ha trabajado en temas de sostenibilidad, ¿por qué decidió tomar ese camino profesional?
Porque las empresas son el motor de la innovación y de la transformación, y me pareció que era primordial integrar la sostenibilidad dentro de las empresas. Para mí es muy importante que la sostenibilidad esté en el centro del negocio y en L’Oréal la sostenibilidad está presente en las más de 80.000 personas que forman parte de la compañía.
- ¿Cómo empezó L’Oréal con sus proyectos relacionados con la sostenibilidad?
El primer gran proyecto, Sharing Beauty with All, se puso en marcha en 2013, y en 2020 nació Loreal for the Future, un plan que integra la sostenibilidad en todas y cada una de las partes del negocio, en todos los eslabones de la cadena, tanto en los productos como en su ciclo de vida.
- La empresa se ha puesto como meta reducir su huella de carbono en un 50% para 2030. ¿Qué acciones van a poner en marcha para lograr el reto?
Nuestro objetivo es alinear nuestra estrategia y que todos los departamentos tengan el foco puesto en ser más sostenibles. L’Oreal lo forman 36 marcas y está presente en 150 países, con lo cual el reto es a nivel mundial. Vamos a hacer que todas nuestras fábricas, las 40 que tenemos en todo el mundo, sean neutras en emisiones de carbono.
Y para ello tenemos un buen ejemplo en nuestra fábrica de Burgos, que ya lo es desde 2015. Pero no solo eso, también queremos que nuestros consumidores sean capaces de reducir su huella de carbono en más de un 25% en 2030 con respecto a 2016, y que nuestros proveedores estratégicos sean capaces también de reducir sus emisiones asociadas tanto a la fabricación de producto como al transporte.
- Vivimos un auténtico tsunami regulatorio en materia de sostenibilidad en prácticamente todo el mundo. ¿De qué forma se está adaptando a toda esta nueva legislación en los diferentes países en los que tienen presencia?
Tenemos un departamento de Asuntos Regulatorios y de Public Affairs fantástico, tanto a nivel local como a nivel internacional, que nos ayuda muchísimo también estando presentes en foros y estando muy alineados con lo que está pasando porque, efectivamente, es un tsunami de regulación y tenemos que estar atentos y prever todo lo que viene para para poder tomar las decisiones correctas.
- Estamos inmersos en una sociedad que cada año incrementa su consumo de plástico. ¿Cómo puede una empresa ser más sostenible si nos guiamos por la filosofía del usar y tirar?
Estamos trabajando mucho con los clientes de muchas formas. Una manera es a través del etiquetado. Una de nuestras marcas, Garnier, ha sacado un etiquetado de impacto ambiental y social que se llama Product Impact Labelling, con el cual pretendemos que el consumidor tenga la información necesaria para poder hacer la mejor compra en base a una comparativa en su misma categoría de producto.
Por otro lado, trabajamos para ofrecer a los consumidores alternativas más sostenibles, como los botes recargables en el punto de venta, el champú sólido o productos que no necesitan aclarado porque hemos visto que la huella de carbono asociada al uso del producto dentro de su ciclo de vida es muy alta y buscamos fórmulas que la puedan reducir.
- ¿Desde cuándo lleva L’Oréal implementado el modelo económico circular?
Desde hace muchos años. De hecho, en 1995 ya existía un laboratorio que evaluaba el impacto de los productos. Además, desde 2013 tenemos una metodología por la cual evaluamos todo el ciclo de vida de los productos. Es un análisis muy concreto de cada uno de los productos, de sus formulaciones y de sus lanzamientos. Precisamente nuestro objetivo es que todos los lanzamientos y las nuevas formulaciones mejoren su perfil medioambiental. Y por supuesto, ahí la economía circular también tiene mucho que decir.
- La gestión de los residuos de las empresas redunda en beneficios para nuestro ecosistema. ¿De qué forma se gestionan los residuos en L´Oréal?
La gestión de residuos es una parte muy importante del programa de Loreal for the Future. Tenemos el orgullo de decir que todos nuestros centros son residuo cero, en el sentido de que no enviamos residuos a vertedero, si no que los gestionamos nosotros. Además, hemos puesto en marcha proyectos de economía circular interesantísimos, como, por ejemplo, en la fábrica de Burgos, donde estamos circulando algunos de los plásticos y convirtiéndolos en palets para utilizarlos en una logística interna.
- De acuerdo con el último informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el plástico representa el 85% de los desechos que se encuentran en los mares. Una compañía como L’Oréal, ¿cómo puede contribuir a preservar el ecosistema marino?
Yo creo que hay una parte muy importante y es el proceso de innovación en nuestro packaging para que sea 100% renovable, reciclable y compostable, un reto que nos hemos marcado a 2025. También hay un compromiso importante a 2030 para que el 95% por ciento de los ingredientes y las formulaciones de los productos sean biodegradables y procedan de minerales abundantes o de procesos circulares. Igualmente, tenemos proyectos concretos con nuestros consumidores como el de Biotherm Limpia ríos, salva océanos con la Fundación ECOALF, a través del cual se han recogido más de 6 toneladas de basura de los cauces de los ríos para evitar que lleguen al mar.
- Desde un prisma más social, han comunicado que, para 2030, más de un millón de personas se beneficiarán de los programas sociales de vuestras marcas… Cuéntenos un poco más sobre eso.
Pues en 2021 ya fueron más de 100.000 las personas a las que a las que apoyamos a través de diferentes marcas del grupo con causas contra el acoso, la ansiedad o la desigualdad. Pero no solo eso, también tenemos programas corporativos como por ejemplo Embellece tu futuro, que es un programa que implementamos en 2016 en alianza con la Fundación Tomillo, a través del cual formamos a personas en riesgo de exclusión para que puedan ser asesores de belleza.
Contamos con un programa de aprovisionamiento responsable apoyados por Koiki, que es un proveedor de última milla con el que trabajamos la logística sostenible, puesto que los repartidores van en bicicleta, o nuestra escuela de excelencia industrial en Burgos. A través de todas estas iniciativas corporativas también hemos podido impactar a más de 1.300 personas y trabajar esos colectivos vulnerables que son una parte muy importante de nuestra responsabilidad social.
- Otra de las líneas que más están cuidando es la de evitar testar sus productos en animales, ¿cómo hacen esas pruebas dermatológicas en la actualidad?
En L’Oréal nunca hemos testado nuestros productos en animales. De hecho, hace ya bastantes años que creamos piel sintética en nuestros laboratorios con la que testamos los productos y podemos ver cuál es el efecto real de un tratamiento sobre la piel directamente.
- Usted siempre ha reivindicado la importancia de la mujer en los comités de dirección de las empresas, ¿cómo es en el caso de L’Oréal esa representación femenina?
La representación de la mujer es muy alta y la verdad es que estamos muy orgullosos en ese sentido, porque muchas mujeres forman parte del comité de dirección y establecen todas las dinámicas en las decisiones dentro de la compañía. En todos los niveles jerárquicos tenemos un ratio bastante amplio de mujeres.
- ¿Es más fácil para una empresa multinacional que para una empresa pequeña poder implementar una estrategia de sostenibilidad?
Yo creo que en el fondo el tamaño de la empresa es lo de menos. Lo más importante es conocer el negocio e integrar la sostenibilidad en la empresa. Al final la sostenibilidad bien entendida se integra en todos y cada uno de los departamentos de la compañía, y para eso da igual que sea pequeña o grande.
- ¿Podría darnos cuatro o cinco consejos para ayudar al planeta con pequeñas acciones que podríamos hacer a nivel personal?
En mi opinión lo primordial sería consumir productos que cuiden los bosques y los océanos, separar para reciclar, tener una actitud de escucha activa, planificar la lista de la compra para evitar consumir de más, apagar las regletas en casa, que también es importante, más ahora como está la luz de alta [ríe]… Creo que con esas pequeñas acciones podemos poner nuestro granito de arena para cuidar el medio ambiente.
fuente original www.soziable.es