Sergi García, Licenciado en Filología Hispánica y en Ciencias Ambientales, este barcelonés, que tiene el privilegio de contar con una casita rehabilitada en la sierra, preside Galanthus, entidad creada en 1999. Los cinco socios que la integran se dedican a realizar estudios ambientales de diversa índole, pero también a la educación y a la sensibilización ambiental con el desarrollo de actividades, entre ellas, vistas a la Sierra de la Culebra para conocer el hábitat de lobo.
-¿Por qué decidió crear una sociedad relacionada con el medio ambiente?
-Por sensibilidad e inclinación personal, compartida con mis compañeros.
-¿Considera que el medio ambiente es un negocio rentable?
-Al revés, creo que cualquier negocio, para ser rentable, tiene que ser de alguna forma ambiental. El respeto por el medio natural debería ser, lo es sobre el papel, una exigencia ineludible para cualquier actividad. Por tanto, las profesiones relacionadas con el medio ambiente, rentables o no, son en cualquier caso necesarias.
-¿Qué tipo de personas participan en estas visitas a la Sierra de la Culebra?
-El público español no responde a un patrón determinado. Pueden acudir desde estudiantes a jubilados, de poder adquisitivo alto o ajustado; todos movidos, eso sí, por una afán de conocer y, por tanto, apreciar la naturaleza. Los grupos extranjeros, sobre todo ingleses, franceses y, en menor medida, holandeses y belgas, responden mejor al patrón de poder adquisitivo y nivel cultural alto.
-Además de conocer los aspectos medioambientales, ¿entran en contacto con las gentes y las costumbres de la comarca?
-En la medida de lo posible. Es una cultura arcaica, esencial, en el sentido de que conserva la esencia. Pero, a causa del despoblamiento y el envejecimiento, languidece, sin que nada o nadie parece que pueda hacer algo por evitarlo.
-¿Considera que la zona está preparada para este tipo de turismo en cuanto a calidad, conexión a Internet, comunicaciones, oferta complementaria de ocio?
-En cuestión de conexiones telefónicas e Internet la situación es mejorable. En cuanto al resto, sí, perfectamente, porque creo que actualmente hay oferta de alojamiento suficiente para el volumen de turismo especializado que visita la sierra. Faltaría, sin embargo, un plan de ordenamiento de los recursos naturales.
-¿Cómo ha visto evolucionar la zona en los últimos años en este aspecto?
-En el ámbito de la Sierra de la Culebra, se han abierto nuevos centros de turismo rural, un nuevo camping, casas rurales de alquiler; en resumen, ha habido un avance en ese sentido. El atractivo del lobo no es el único motivo del crecimiento de la oferta, por descontado, pero sí ha sido uno de los acicates, que, además, ha tenido como consecuencia una mayor aceptación de la especie en ciertos sectores. Hasta hace poco era impensable ver camisetas con la estampa del lobo en los bares de la zona, se habría considerado una provocación. Actualmente, hasta una de las librerías más importantes de Zamora, Semuret, tiene un escaparate exclusivo dedicado al lobo. Eso es significativo.
-En su informe alerta sobre el peligro de la masificación, ¿Cree que está afectado ya a la zona?
-La caza mayor que se práctica es, por definición, minoritaria y estacional, no presenta ningún problema de masificación. El turismo sí que podría llegar a ser un problema si no se ordena y se acaba masificando, ya que además de que podría impactar en el medio natural, en el mismísimo lobo, fuente de su atracción, podría modificar el tipo de turista que visita la sierra, ya que uno de los valores que más se aprecian de este lugar es su soledad, su inmensidad casi marina.
-La Sierra de la Culebra se ve con frecuencia asolada por los incendios, ¿Cómo valora el grado de conservación ambiental de este espacio?
-La sierra de la Culebra forma parte de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, por tanto sus valores naturales están suficientemente contrastados. Ahora bien, paisajísticamente, debido a los efectos de los recurrentes incendios o a las repoblaciones de pinos que han sustituido la vegetación autóctona en muchos sectores, no es tan atractiva ni espectacular como otros espacios naturales de Castilla y León. Por sí solo, el paisaje no es suficiente, por lo que habríamos de cuidar y mimar lo que la hace diferente.
Proteger los rebaños
-Afirma que la relación con el lobo ha mejorado, ¿Conoce la fuerte polémica por el pago de los daños de esta especie al ganado y por los accidentes de tráfico que provoca la fauna?
-Quién no conoce esta eterna disputa. El lobo es uno de los últimos elementos de la naturaleza viva en la Europa occidental que puede amenazar los intereses económicos del ser humano. La norma es que cuando la naturaleza ha sido un escollo, ha sido aplastada. Aquí, con el lobo no se pudo. Opino, como no puede ser de otro modo, que hay que proteger los intereses económicos del ganadero ante las pérdidas ocasionadas por el lobo y fomentar medidas de protección de los rebaños. En cuanto a los accidentes, creo que la mayoría se producen por exceso de velocidad; circulando a la velocidad a la que obligan las señales, creo que el problema se minimizaría.