La Ley Foral 14/2018, de residuos y su fiscalidad se aprobó el pasado junio con el objetivo de avanzar hacia la sociedad del reciclado de alta calidad y en definitiva hacia los objetivos de una economía circular. A continuación os ofrecemos el extracto de un artículo cuyo autor trata de exponer los aspectos que más significativos sobre dicha norma navarra.
Residuos: un problema
Es necesario recordar una vez más que hablamos de residuos, un problema ambiental de nuestra sociedad de desarrollo basada en el productivismo, en el desarrollismo, en la cultura de la megamáquina, de la utilización efímera de los productos y en el “comprar, tirar, comprar”.
Ante este problema planetario, late con fuerza el principio de pensar global, actuar local, principio básico del Derecho ambiental sabiendo que uno de los objetivos del PNUMA de la ONU dentro de los denominados Objetivos del Milenio, hace referencia a poner fin a los vertederos incontrolados y lograr una gestión respetuosa con el medio ambiente de los residuos, así como reducir su generación a través de la prevención.
El Documento de Trabajo de los Servicios de la Comisión “Revisión de la aplicación de la normativa medioambiental de la UE Informe de EspañaEspaña” que acompaña al documento Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, Revisión de la aplicación de la normativa medioambiental de la UE: problemas comunes y cómo combinar esfuerzos para obtener mejores resultados” de 3 de febrero de 2017, destaca que convertir los residuos en un recurso requiere:
- La plena aplicación de la legislación de la UE en materia de residuos, incluida la jerarquía de residuos; la necesidad de garantizar la recogida selectiva de residuos; los objetivos de desvío de residuos de los vertederos, etc.
- Reducir la producción de residuos per cápita y la generación de residuos en términos absolutos.
- Limitar la recuperación de la energía a los materiales no reciclables y eliminar gradualmente el vertido de residuos reciclables o recuperables.
Hacia estos objetivos debe ir toda política ya sea comunitaria, estatal, autonómica o local en materia de residuos y hacia estos objetivos se encamina esta Ley Foral.
En consonancia con lo señalado, en febrero de 2018, el entonces Ministerio de Medio Ambiente (actual Ministerio de Transición Ecológica) hizo pública la Estrategia Española de Economía Circular con una serie de objetivos a partir de los cuales deben derivarse las actuaciones específicas que integrarán los correspondientes planes de acción, destacando entre ellas, el “Favorecer la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo su trazabilidad.”
Lamentablemente, aún estamos lejos. La Comisión ya ha enviado el pasado mes de noviembre de 2018 al Gobierno de España un dictamen motivado por la existencia de vertederos ilegales pendientes de cierre, sellado y regeneración. Previsiblemente la Comisión tomará una vez más la decisión de llevar a España ante el TJUE lo que conllevaría una nueva condena por incumplimiento
Por tanto, vemos claramente como la vulnerabilidad del medio ambiente, de los parámetros fundamentales de la biosfera, ante la gestión inadecuada de los residuos es un problema de primera magnitud.
Principales características
El autor considera que la reciente Ley Foral 14/2018, de residuos y su fiscalidad, es una ley novedosa y también ambiciosa, que apuesta decididamente por unos ambiciosos objetivos en un ámbito temporal corto. Como es sabido, esta Ley deriva del mandato que el propio Gobierno foral se autoimpuso en el propio Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Navarra (2017-27), aprobado un año antes y en el que se apuesta decididamente por determinadas alternativas de gestión, a diferencia del Plan anterior que fue anulado por el TSJN a raíz de la falta de concreción en la ubicación de la planta de tratamiento principal que no era otra que una incineradora.
Se trata de una Ley participativa, como también lo fue el Plan del que dimana, una Ley en la que el Gobierno y la Administración foral ha abierto períodos de discusión, alegaciones y aportación del público interesado y del público en general. El resultado ha sido abrumador dado que el tema de los residuos, como se ha visto, despierta no pocas sensibilidades, especialmente a nivel local por la competencia de los entes locales en la recogida y gestión de los residuos domésticos y comerciales, así como en otros grupos y colectivos.
Por último, a juicio del autor, ha sido una Ley valiente adelantando determinadas prohibiciones (a las que se ha sumado el proyecto de las Islas Baleares) respecto al empleo de determinados envases y plásticos que posteriormente ha asumido la UE con la inminente aprobación de normas tendentes a eliminar determinados envases y acabar con la plaga del plástico y los microplásticos presentes ya hasta en nuestro torrente sanguíneo al haberse incorporado de manera clara en nuestra cadena trófica
Aspectos destacados
En el artículo, el autor destaca y se extiende en aspectos de la Ley Foral 14/2018, de residuos y su fiscalidad, tales como:
- Ámbito, principios y competencias, así como la planificación en materia de residuos.
- Se crea la figura del Ente Público de Residuos de Navarra.
- La creación del impuesto sobre el vertido y la incineración.
- Las previsiones en relación con el sistema de Depósito, Devolución y Retorno.
- Recogida selectiva obligatoria de Materia orgánica y establecimiento de ambiciosos objetivos.
- Prohibiciones, mandatos, obligaciones con el fin de lograr los objetivos en relación con las bolsas de plástico, otros elementos no reciclables y el establecimiento del régimen sancionador y de restauración de la legalidad.
Conclusiones
En resumen estamos ante una buena Ley, con ambiciosos objetivos en consonancia con los principios, la jerarquía de gestión, el propio Plan de residuos y la Estrategia de economía circular, que se complementa como no puede ser de otra manera con la LRSC básica estatal. Con ella se trata de evitar las causas señaladas por la Comisión de la actual distancia con respecto de los objetivos de la UE en materia de residuos tales como la falta de incentivos para la gestión de los residuos según la jerarquía de residuos; recogida selectiva insuficiente de los residuos; falta de coordinación entre los distintos niveles administrativos; sistemas insuficientes de responsabilidad ampliada del productor (RAP) o gestión insuficiente de los Biorresiduos.
Lee al completo el comentario “Hacia la economía circular. Aspectos destacados de la Ley Foral 14/2018, de residuos y su fiscalidad” de Ángel Ruiz de Apodaca Espinosa, Profesor Titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Navarra, para Actualidad Jurídica Ambiental.