Tres ciudadanos españoles han sido detenidos por la Guardia Civil por su presunta implicación en una red de tráfico de basura desde Gibraltar. La detención se enmarca dentro de una operación contra los vertidos ilegales desarrollada de forma coordinada por 43 países. Los detenidos habrían introducido en menos de dos meses en España 370 toneladas de basura desde la colonia británica de manera ilegal. Los arrestados operaban con dos empresas, una de ellas con sede en el Peñón, y la otra asentada en la provincia de Cádiz, para camuflar la entrada de 34 camiones de los residuos sólidos urbanos para un supuesto tratamiento de los mismos que nunca se producía, ya que acaban todos en vertederos de la localidad de Medina Sidonia.
La introducción de las 370 toneladas se produjo entre el 8 de febrero y el 31 de marzo, aunque las sospechas policiales apuntan a que los ahora arrestados llevaban bastante tiempo operando. Para ello, hacían cruzar los camiones cargados de basura con documentación que aseguraba que la misma iba a ser tratada en España para, una vez “valorizada”, retornar a Gibraltar. Con ello, la trama conseguía sortear los controles fronterizos con un menor número de trámites y documentación. Sin embargo, los residuos nunca eran tratados ni, muchos menos, devueltos a la colonia británica, sino que eran vertidos de manera incontrolada en varios lugares de la provincia de Cádiz. Por el volumen de la basura transportada en tan poco tiempo, las sospechas apuntan a que Gibraltar no era el origen de toda, sino que buena parte de la misma procedía de terceros países.
La detención de los tres presuntos traficantes de basura es solo una de las actuaciones que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha realizado durante el pasado mes de junio dentro de la operación Tyson desarrollada en 43 países a la vez contra los vertidos ilegales. En España, los más de 1.000 agentes que han participado han realizado 4.020 inspecciones, entre ellas 1.090 a medios de tratamiento, 526 en centros de tratamiento de residuos, 318 a centros de producción y 473 a vertederos. Todo ello ha permitido esclarecer cinco delitos –entre ellos el cometido por los detenidos por la trama de Gibraltar- e iniciar una docena más de investigaciones. Además se han formulado 1.477 denuncias por infracciones administrativas.
Entre las actuaciones más destacadas, la detección de dos buques cargados con 6.600 toneladas de residuos metálicos que, a la vez que descargaban en puertos españoles, realizan vertidos al mar sin ningún tipo de seguridad. La Guardia Civil también localizó otro buque con plásticos triturados procedentes de Dakar (Senegal), que carecía de autorización y de la documentación sobre el origen y la composición de su cargamento. La Operación Tyson también ha permitido detectar varios centros ilegales de almacenamiento de aceites, entre ellos un establecimiento en el que se hallaron 136.000 litros de aceites vegetales usados y 32.000 litros de aguas residuales procedentes de los mismos. También se ha investigado a una empresa que en los últimos seis años ha realizado “actuaciones fraudulentas reiteradas” en la gestión de residuos, según detalla la Guardia Civil en una nota.
En total, la Operación Tyson ha permitido en solo un mes descubrir más de un millón y medio de toneladas de vertidos ilegales en los 43 países que han participado en el mismo. Además, las pesquisas han permitido destapar nuevas rutas internacionales en el tráfico de residuos, incluido el contrabando transfronterizo, el mercado ilegal de sustancias que afectan a la capa de ozono u operaciones irregulares de reciclaje. Un negocio sucio, pero muy lucrativo, según los indicadores de Interpol.
Fuente: modificado de El País.