En el contexto económico actual, el sector, espera que la nueva Ley de residuos continué velando por la promoción del reciclaje en Europa, apostando por la exportación de un modelo empresarial responsable y sostenible a nivel internacional, que actualmente evita, mediante la exportación del material reciclable excedentario de Europa, que otros países consuman nuevos recursos naturales para la fabricación de materiales; y contribuyendo a construir una sociedad del reciclado global.
El pasado 14 de julio, y tras más de 10 años de aplicación de la primera Ley, el Parlamento aprobó la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que configura y moderniza una política más eficaz y transparente.Dentro de las novedades que establece la nueva Ley, se contempla la posibilidad de que las administraciones públicas puedan articular, de manera temporal, mecanismos que prioricen el reciclado dentro de la Unión Europea, siempre que esté justificado por razones medioambientales.
La industria de la recuperación de residuos de papel y cartón en Europa, ha sido, y es, pionera en la implantación de los sistemas de recogida de estos residuos, y año tras año, se consolida como un claro ejemplo de industria responsable, enfocada hacia el futuro, abierta a nuevos mercados y sobre todo comprometida con el medio ambiente.
Gracias al esfuerzo realizado en la actualidad Europa cuenta con una tasa de recuperación del 69% y un excedente de papel y cartón recuperado, estimado en 12 millones de toneladas, consecuencia directa del éxito y de la correcta aplicación de las políticas de gestión de residuos, apoyadas por una nueva cultura de participación ciudadana. El excedente de papel recuperado de Francia, España y Portugal asciende a unos 2,4 millones de toneladas.
En el contexto económico actual, el sector, espera que la nueva Ley de residuos continúe velando por la promoción del reciclaje en Europa, facilitando mecanismos que mejoren la limitada capacidad de reciclaje en Europa; incentivando la utilización en la manufactura de nuevos productos de materias primas recicladas, que evitan la extracción de nuevos recursos y su consumo de energía asociado, apostando por la exportación de un modelo empresarial responsable y sostenible a nivel internacional, que actualmente evita, mediante la exportación del material reciclable excedentario de Europa, que otros países consuman nuevos recursos naturales para la fabricación de materiales; y contribuyendo a construir una sociedad del reciclado global.
En el caso concreto del papel recuperado, las exportaciones anuales de E.E.U.U., Japón y Europa a China, evitan que 65 millones de toneladas anuales de papel recuperado sean eliminadas en vertederos, así como el consumo de 54 millones de toneladas anuales de madera que se necesitarían para la fabricación de celulosa virgen y su consiguiente impacto energético.
El mercado de la exportación de papel recuperado a Asia es un flujo natural puesto que retorna a su origen el excedente de papel y cartón recuperado que se recoge en Europa. Todos los días llegan a los mercados europeos productos protegidos con embalajes de papel y cartón, que retornan a su origen desde diferentes regiones del mundo para volver a ser reciclados en la producción de nuevos embalajes, garantizándose así la disponibilidad de estos materiales para la industria Europea y para la Asiática. La situación contraria se produce con la exportación de bobinas de papel nuevo reciclado a países desde donde no hay un retorno sustancial en forma de embalajes u otros productos papeleros, lo que implica una reducción significativa de la disponibilidad nacional y europea de materiales susceptibles de ser recuperados en los mercados domésticos, pudiendo generar situaciones de desabastecimiento para la industria.
Desde el punto de vista logístico, el traslado de materiales reciclables del punto donde se produce el rechazo hasta el punto donde pueden ser utilizados se hace mediante estrategias de logística inversa, aprovechándose al máximo las sinergias del transporte, con un mínimo impacto ambiental, un menor consumo energético y una reducción de emisiones de CO2, ya que los contenedores marítimos que transportan el papel y cartón recuperado a Asia, son contenedores de retorno, que han de volver a Asia, vacíos o llenos, cerrando así su ciclo de vida con objeto de darles salida en mercados con mayor rotación, mediante el reciclaje.
El transporte por mar genera un menor impacto ambiental, reduciéndose el volumen de emisiones por kilómetro y tonelada transportada en un 65%, respecto a otras formas de transporte. Cada tonelada de carga transportada por aire y por kilómetro genera 0,6 Kg. de emisiones de CO2, mientras que el transporte marítimo únicamente genera 0,003 kg.
A día de hoy, España exporta, fuera de la Unión Europea, el 9% del papel recuperado que produce, lo que garantiza la supervivencia sin costes adicionales de los sistemas de recogida y de la actividad de recuperación de los materiales reciclables. Si estos materiales no tuvieran salida comercial en países extranjeros se vería afectado tanto el crecimiento del sector, muy susceptible de desactivación, como el mantenimiento de los sistemas de recogida, que se vería encarecido, con el consiguiente impacto económico, social y ambiental sobre el ciudadano.
REPACAR es la Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (organización empresarial sin ánimo de lucro).