España tiene unas condiciones ideales para aprovechar su enorme potencial de desarrollo de energías renovables, un capital natural único, una industria bien posicionada y una apuesta decidida por la eficiencia energética.
La legislación que cambió en el 2018, no sólo ha hecho desaparecer el antiguo impuesto al sol, sino que, además, las diferentes comunidades autónomas promueven subvenciones para la instalación de renovables, bien con descuentos en los pagos de los IBIs o bien a través de subvenciones directas si se instalan baterías para acumular energía y disponer de ella en las horas en que no haya sol.
Con la actual escalada de los precios de la energía, particulares y empresas se plantean la posibilidad de disponer de una instalación de energías renovables.
Para los particulares que disponen de espacio en cubierta o terraza para instalar placas solares, es una opción excelente para reducir mucho el precio de la energía. En ese caso, interesa el autoconsumo directo si se consume durante el día o el autoconsumo con baterías si el consumo es más alto durante la noche.
Los particulares con una parcela, pueden, además, combinar la fotovoltaica con la minieólica. De esta manera disponen de toda la energía que consume su vivienda.
Las empresas, en función de la ubicación de las mismas pueden instalar paneles solares o, incluso, aerogeneradores de pequeña potencia para combinar ambas fuentes de energía: la fotovoltaica y la minieólica.
Los ahorros que se están produciendo son muy importantes, en algunos casos, incluso, se llega a reducir al 100% el consumo de red eléctrica, siempre que se disponga del lugar adecuado para realizar la instalación de renovables.
Debido al gran auge de las energías renovables, hay muchos actores que han entrado a formar parte de este sector con gran movilidad que está creando puestos de trabajo. En este sentido, BORNAY, aconseja la selección de un instalador especializado para tener las garantías idóneas sobre una instalación eléctrica.
La figura del instalador es importante por las siguientes razones:
1. Por la seguridad en la instalación de componentes eléctricos y electrónicos. No se trata de hacer bricolaje de electricidad, sino de que la instalación sea fiable y con garantías de que todo está correcto para su funcionamiento.
2. Por la capacidad de los instaladores para realizar los dimensionados de forma adaptada a las necesidades energéticas de la misma.
3. Por la capacidad para elegir los productos recomendables para el tipo de instalación. En el mercado hay multitud de marcas y de precios.
Los instaladores tienen capacidad para analizar el uso que se le va a dar a la instalación y recomendar las marcas más adecuadas para cada caso. Por estas razones, entre otras, es importante contar con un instalador de confianza que tenga experiencia en la realización de este tipo de instalaciones.