CAPACIDAD DE CARGA EN LOS COTOS DE CAZA MAYOR DEL PARQUE NATURAL SIERRA DE HORNACHUELOS (CÓRDOBA)

D. Manuel Pérez Caballero
Ldo. en Ciencias Ambientales
Dpto. de Biología Vegetal y Ecología, Área de Ecología
Universidad de Córdoba


El P.N. de Hornachuelos ocupa 67.602 Ha en el límite occidental de Córdoba. La caza mayor es una de sus principales actividades económicas de esta zona, así como de otras zonas de bosque mediterráneo y dehesas en el suroeste de la Península Ibérica. El manejo de las poblaciones cinegéticas ha sufrido una notable evolución a lo largo de los últimos años. El cambio ha consistido principalmente en una mayor intervención, tendiendo a aumentar sus densidades, intensificando el manejo y utilizando los cerramientos cinegéticos para independizar cada unidad de gestión del entorno. Esta gestión aplicada en grandes cotos ha originado problemas por sobre-explotación de la vegetación, al existir unas elevadas poblaciones animales. El objetivo del presente estudio es evaluar la capacidad de carga óptima de los cotos (número máximo de animales que se pueden mantener de una forma permanente, es decir, compatible con la conservación de los recursos: cubierta vegetal, áreas cultivadas, etc) y compararla con la carga real de ganado doméstico y de ungulados silvestres, con el fin de obtener resultados que puedan ser aplicados para mejorar la gestión y conservación de este espacio natural.

Para ello hemos construido un modelo espacial de capacidad de carga óptima, utilizando para ello el ArcGis 8.3. El GIS desarrollado implementa un modelo digital de elevación y diversos temas que incluyen una detallada cartografía de unidades de vegetación, límites de cotos, densidades de capturas, etc. Sobre esta base, y usando datos de producción vegetal obtenidos de la delimitación de las diferentes unidades de vegetación de cada uno de los cotos del Parque, hemos estimado la oferta de energía y de proteína asimilable en cada coto. Hemos utilizado datos de requerimientos energéticos y nutricionales de ungulados domésticos y silvestres para estimar la capacidad de carga óptima en cada caso, ya que en las diferentes fincas nos encontramos tanto animales silvetres (Ciervo, Jabalí, gamo y Muflón) como especies domésticas (ovejas, vacas, etc).

Así se ha observado como en un espacio natural en el que la presencia del bosque mediterráneo y la dehesa es mayoritaria, la capacidad de carga óptima del mismo está entorno a las 30 reses por cada 100 hectáreas.
Por otro lado, hemos estimado la carga ganadera real y la hemos comparado con la capacidad de carga óptima para conocer la situación particular de cada coto.

Con todo ello, hemos observado que en 39 cotos, que ocupan el 88.2% de la superficie del Parque, se ha mantenido una carga de herbívoros excesiva.

Este exceso de carga ganadera afecta seriamente a la vegetación, comprometiendo la regeneración natural e incluso la persistencia a escala local de especies leñosas palatables.

Altas densidades de ciervos producen sobre las plantas no sólo una reducción de la biomasa disponible por ingestión, sino que generan unos efectos colaterales:

· Efecto del ramoneo excesivo: Por el continuo consumo de tallos y hojas de las plantas se produce un envejecimiento de la misma con la consiguiente devaluación de su contenido nutricional y con la aparición y/o incremento de la concentración de compuestos antinutricionales que actúan bien como tóxicos o bien inhibiendo las enzimas digestivas, reduciendo la capacidad digestiva, la tasa de tránsito de alimento y en definitiva su ingesta, dando lugar a situaciones de subnutrición en un medio aparentemente generoso en su oferta. Además la continua extracción de nuevos brotes (de bajo contenido en fibras, proteinas y agua) que tienen un valor nutricional menor del esperado, va a hacer que no satisfagan sus necesidades alimenticias.

· Efecto de los ciervos al limpiarse las correas y marcar territorios: de forma que eliminan las cortezas de las encinas, de manera que si se llega a eliminar por completo la corteza, el resultado es la muerte de la planta. La selección activa de los venados de árboles de mediano porte, va a impedir la regeneración del bosque.
· Efecto de pisoteo excesivo que además de destruir el estrato herbáceo, compacta los suelos reduciendo la tasa de infiltración del agua, incrementando la escorrentía, la erosión y disminuyendo la cantidad de agua del suelo disponible para las plantas.
· Consumo de plantas con índices de palatabilidad muy bajos, como es el caso de los cistus sp., en aquellos casos en los que no quedan otro tipo de recurso vegetal por consumir.

Con el fin de compatibilizar la actividad cinegética en el monte con el aprovechamiento ganadero se deberá ajustar las poblaciones cinegéticas y las ganaderas a las producciones de biomasa de cada coto, con objeto de establecer como objetivo un equilibrio en la población, y en sus clases de edad, así como la del ganado doméstico presente en el acotado y así evitar los daños a la vegetación.

También hay que destacar que se deberá aumentar el control sobre las poblaciones de especies alóctonas (gamo y muflón) ya que en las fincas en las que se encuentran son las que presentan un mayor grado de degradación la vegetación. Son especies que muestran una rápida aclimatación y han visto incrementada su área de distribución, por lo que su manejo debe de ir acompañado de un adecuado plan de gestión que mantenga el equilibrio estructural de las poblaciones y evite el sobrepastoreo de la vegetación y la competencia con otras especies autóctonas.

Por ello es necesario el reorientar la gestión cinegética hacia la calidad frente a la cantidad de capturas, ya que altas densidades de población no solo provoca daños en la vegetación como ya se ha comentado, sino falta de vigor y tamaño de trofeos.

 
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