Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación, cree que la regulación no debería ser solo cosa de políticos. Así lo planteó en la celebración del primer foro europeo de negocios en el ámbito de las grandes organizaciones científicas (BSBF 2018), donde insistió en la importancia de fortalecer un ecosistema en el que entran pequeñas y medianas empresas, start-ups, industria tradicional y otros agentes del mundo de la ciencia y la innovación para “crear una buena sincronía entre todos”.
Este es uno de los objetivos que se persiguen con la creación del Consejo Europeo de Innovación (EIC, por sus siglas en inglés). Su puesta en marcha está prevista para 2021 pero su actividad experimental ha comenzado ya, con una fase piloto con una inyección de 2.700 millones de euros. Muchas de las quejas y reivindicaciones por parte de los emprendedores tienen que ver las trabas regulatorias y burocráticas: el EIC pretende reunir los diversos esquemas de financiación en un solo lugar, simplificarlos y cuidar de que su principal foco sean los innovadores.
Moedas destaca iniciativas en este sentido, como los Innovation deals (pactos de innovación). Con ellos se busca facilitar a los innovadores un abordaje rápido de los obstáculos legislativos para acelerar su llegada al mercado. “Si una start-up tiene un problema, nos sentamos con ella y con las autoridades nacionales, regionales y locales y tratamos de entender y resolver la situación”, explica. Entre otras cosas, se trata de dilucidar si dichos inconvenientes tienen que ver con la interpretación de la norma o con ésta en sí misma.
“Los emprendedores son muy temerosos de la ley y piensan que es más restrictiva de lo que es, por lo a veces que solo hace falta un cambio de percepción”
Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación
Moedas cree que la regulación es algo que no solo deberían hacer los políticos. “Hoy en día es un proceso muy estático. En el futuro los emprendedores serán parte de su codiseño”, señala. Los Innovation deals son su aporte al respecto, inicialmente circunscrito al ámbito de la economía circular. El primero de estos acuerdos se puso en marcha el año pasado, con el acuerdo de 14 socios entre autoridades nacionales y regionales, universidades, centros de conocimiento, innovadores y usuarios finales. Busca tomar medidas concretas para facilitar regulatoriamente proyectos centrados en reutilización de agua.
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