Elegir bien el neumático y mantenerlo en buen estado es imprescindible para ahorrar combustible y garantizar nuestra seguridad y la de los demás. Y saber cómo afecta el estado de los neumáticos al gasto en combustible nunca antes había sido tan importante para nuestros bolsillos, que en esos tiempos donde el precio del combustible marca récords diarios.
Para un ahorro de gasolina es indispensable tener los neumáticos en buen estado. Algunos de los consejos a seguir para lograr un buen mantenimiento de los neumáticos son:
Para conseguir una mayor eficiencia del combustible con los neumáticos también hay que ser selectivo a la hora de comprar y optar por el modelo más adecuado. La etiqueta del neumático nos ofrece información útil sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética del modelo elegido. Dependiendo de los materiales, dibujo y compuesto del neumático, el gasto en combustible puede ser menor. Ser consciente en el momento de la elección de neumático permitirá ahorrar a los consumidores europeos hasta 2.800 millones de euros al año en combustible, según el servicio de Estudios del Parlamento Europeo.
Es más, en el caso de los motores térmicos, el uso de neumáticos eficiente y con un mantenimiento óptimo, conllevará un ahorro en combustible y por lo tanto una disminución de las emisiones de CO2. Y en el caso de los vehículos eléctricos el ahorro resultará en un aumento de la autonomía del vehículo.
La conducción también hará que se gaste más o menos dinero a la hora de repostar. Para no despilfarrar lo primero que se debe hacer es arrancar el motor del coche sin pisar el acelerador. En los motores de gasolina se puede comenzar a circular justo después del arranque, mientras que en los de diésel se debe esperar unos segundos. Además, hay que intentar mantener la velocidad lo más uniforme posible, evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario.
Para economizar la gasolina es preferible usar el aire acondicionado a bajar las ventanillas si tienes calor. Otro consejo es conducir con la marcha más larga y evitar revolucionar el motor, si se puede. Aprovecha las bajadas para ahorrar en el consumo de combustible, y en las subidas, retrasa al máximo la reducción de marcha, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador.