El vertido incontrolado de escombros y podas puede tener los días contados en Torrevieja gracias a la nueva unidad policial de proximidad que el ayuntamiento de esta localidad alicantina ha puesto en marcha. Aunque no pueden patrullar de paisano, sí utilizan coches camuflados para realizar tareas de vigilancia. Sus otras tareas son el control de vertido de mobiliario, vigilancia de zonas verdes y resolución de las quejas vecinales sobre limpieza y vallado de solares, averías en el alumbrado y semáforos, excrementos de los perros en las aceras o la falta de mantenimiento en los parques públicos.
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El alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), anunció la pasada semana que desde el verano se ha puesto en marcha una unidad policial de proximidad para atender estas incidencias, que parecen pequeñas, pero se convierten en el problema diario sin resolver de muchos vecinos, y son, además, las que «más queman» al vecindario cuando la administración local, en una ciudad con un urbanismo inabarcable, no les hace caso o no puede llegar a atenderlas.
Dolón aseguró que la unidad está dando resultados que ya empiezan a ser visibles, «con un descenso de las actividades incívicas» -que no cifró- y a pesar de que la Subdelegación del Gobierno no ha permitido a los agentes actuar de paisano con el fin de poder pillar «in fraganti» a quienes no cumplen con la norma. La patrulla, que cuenta con tres agentes, sí puede utilizar, y de hecho lo hacen, coches camuflados, normalmente vehículos antiguos incautados por distintos motivos y que no han sido reclamados. La patrulla de proximidad inició su trabajo sin que se hiciese público con un único agente al que posteriormente se sumó un segundo, además de un policía en segunda actividad que realiza funciones de apoyo.
El alcalde explicó que se solicitó a la Subdelegación del Gobierno que estos agentes pudieran patrullar de paisano con el fin de que llevaran a cabo «tanto la vigilancia de los vertidos de escombros fuera de los terrenos habilitados como la vigilancia de la recogida de deposiciones de canes en la vía pública pasando desapercibidos, pero ha denegado esta posibilidad alegando que la norma habla de situaciones excepcionales para que los servicios puedan realizarse sin la uniformidad reglamentaria. No lo entendemos. Son dos agentes con su propia identificación y labores muy concretas», dijo. Para intentar minimizar esta situación y lograr una mayor efectividad por parte de los agentes están operando con esos coches camuflados.
Entre las funciones de la patrulla está el control de vertido de escombros y podas en los contenedores, el vertido de mobiliario y basura fuera del espacio habilitado y fuera de horario, la vigilancia de zonas verdes y parques públicos, la revisión de infraestructuras relacionadas con la iluminación, aceras o asfaltado, el mobiliario urbano o los semáforos. Además se están ocupando de revisar que se cumpla la ordenanza de vallado y limpieza de solares, las deyecciones de animales o de sancionar a quienes pasean a los perros sin cadena o sin bozal en los casos reglados. También atienden las peticiones concretas de los vecinos sobre vehículos que aparentemente están abandonados.
Fuente: modificado de Información