La vivienda de Ximena Ureta se ha convertido en una especie de embajada de Guatemala en Badajoz. «Vivo con otros dos guatemaltecos, pero en las clases y en los eventos de ESN (Erasmus Student Network -Red de Estudiantes Erasmus-) conocemos a gente de otros países, así uno no pierde el contacto con otras culturas», explica esta alumna de Ciencias Ambientales que ya considera Badajoz como su segunda ciudad. «Me ha gustado mucho el trato de la gente, es muy amena. He estado en otras ciudades de España y siento que aquí es donde me han recibido mejor», añade esta joven de 20 años.
La vida de los alumnos de Erasmus que pasan por la Universidad de Extremadura (UEx) tiene fiesta, pero también estudio. «En la vida de estudiante, ya sea con o sin intercambio de países, la fiesta está presente. Es algo que siempre se suele compaginar, los estudios y la vida social», explica Lucía Gómez, alumna de Ingeniería Mecánica y presidenta de la asociación ESN en la UEx. A través de esta institución, buena parte de los 386 estudiantes internacionales que han llegado a la universidad este año, tanto de dentro como de fuera de la Unión Europea, conocen Extremadura. «Nuestra función consiste en hacer que se integren en la sociedad extremeña», asegura.
Italia y México son los países que más alumnos internacionales aportan a la UEx, pero junto a los guatemaltecos también hay argentinos y una colombianos. Durante los diez meses que llevan en España han realizado numerosas actividades organizadas por ESN. Han viajado a Toledo, Sevilla y Granada, pero sobre todo han conocido algunos de los puntos más representativos de la región. «Cuando llegamos fuimos a Mérida y les enseñamos la ciudad entera. Este sábado viajamos a Los Pilones, en el Jerte. Hicimos una ruta y estuvimos bañándonos. También fuimos a Cáceres y los Erasmus de allí han venido a conocer Badajoz. Nuestra intención es que conozcan lo máximo posible de Extremadura», explica la presidenta de la asociación.
La diversidad natural de la región ha conseguido encandilar a la futura ambientóloga Ureta. «Los paisajes me gustan. La naturaleza es muy diferente a la de mi país», afirma. De todos los rincones de Badajoz, la joven guatemalteca se queda con el nuevo parque del Guadiana. «Es muy pacífico. En los atardeceres uno puede ver cómo se va moviendo la vida entre los puentes, cómo se van encendiendo las luces de los edificios. Es muy relajante», asegura.
Ureta se muestra tajante en que el Erasmus cambia la vida de los estudiantes. «Es una experiencia que cambia vidas. Te hace darte cuenta de lo pequeño que es el mundo. A pesar de que seamos de diferentes países, la amistad que tenemos con gente tan diversa te hace ver que tenemos los mismos sueños y las mismas ilusiones», explica.
Fuente: modificado de Hoy.es