Ya tenemos aquí el verano, el calor, las vacaciones, la playa... Otra buena ocasión para poner en práctica hábitos de sostenibilidad ambiental.
Ropa fresca
Utilizar ropa fresca y adecuada al clima contribuye a estar más cómodo en casa o en el trabajo y reducir o incluso evitar el aire acondicionado. Después del accidente nuclear de Fukushima, el Gobierno nipón pidió no usar corbatas y ropa formal para trabajar.
Cerrar la entrada al calor
Puede parecer evidente, pero si se dejan las ventanas abiertas, entrará el calor del exterior. Además, conviene cubrir las ventanas con persianas, estores o toldos, en especial las ubicadas al oeste, por donde entra el calor durante la tarde. El aislamiento en un edificio mantiene la temperatura del interior y evita la del exterior. Si se va a acometer una reforma, la mejor inversión es la de preocuparte por los criterios de certificación energética.
Coche o bici.
Una forma de contaminar menos en la carretera es reducir la velocidad de nuestro vehículo y no abusar del aire acondicionado. En cualquier caso, siempre se puede optar por el transporte público o por compartir tu coche con otras personas que salgan de un mismo punto y tengan el mismo destino vacacional. Para ir del hotel a la playa de una forma saludable, no contaminante y barata, puedes utilizar la bicicleta (puedes alquilar una) o ir a pie. Si la playa (o tu hotel) queda demasiado apartada, utiliza el transporte público. Así se reducirá el humo que emite el coche, el tráfico, y además los niveles de ruido.
Busca alojamientos ecológicos.
Aún son escasos, pero siempre que puedas busca alojamientos que utilicen energía solar, que cuenten con acceso sencillo en transporte público, comida ecológica, reciclaje de residuos y no estén ubicados en zonas de sobrecarga hotelera.
Cuidado con tu basura.
¿No quieres ver tu playa, tu lago o tu río lleno de desechos? No tires basura en ella. Prepara tu bolsa de basura, difunde el mensaje, constituye tu equipo o únete a un equipo.
Piensa en tu consumo en la playa.
En lugar de agua o refrescos embotellados, puedes llevar a la playa cantimploras o termos de acero inoxidable. También puedes refrescarte llevando a la playa o a la piscina polos de fabricación casera que puedes hacer en tu congelador. Cuando el calor comienza a asfixiarte, no existe tratamiento más refrescante que un polo, y hacer tus propios helados de hielo en tu congelador es divertido, te hace ahorrar dinero y es mejor para tu salud y para el medio ambiente que los polos envasados. Haciendo una búsqueda rápida en Internet encontrarás un montón de recetas.
Fuentes: http://diarioecologia.com y http://www.consumer.es