El pasado 11 julio en el el programa de radio de la Asociación de Ambientólogos de Madrid "Tu Ambiente" realizó una interesante entrevista a la exministra de medioambiente Cristina Narbona, en la que abordaron las conclusiones extraídas de Río+20.
Podéis escucharla a partir del minuto 17:32.
Algunos de los aspectos mencionados en su intervención fueron:
- La excesiva confianza en que el crecimiento económico traería consigo avances en la mejora de la protección ambiental es una de las principales causas del retraso en la implementación de los criterios establecidos en la Cumbre de la Tierra de hace 20 años.
- Hace falta avanzar en la medición del progreso con indicadores adicionales al PIB.
- Una vez que se llegue al horizonte establecido actualmente Objetivos de Desarrollo del Milenio (año 2015) es necesario establecer unos nuevos objetivos de "Desarrollo Sostenible" integrando agenda de la cooperación al desarrollo con la de la sostenibilidad internacional.
- Sería bueno pasar de la retórica hueca sobre el desarrollo sostenible a cosas muy concretas.
- Es necesario que se pueda debatir en el parlamento cómo España cumple con los grandes compromisos internacionales en materia de sostenibilidad.
- La comunidad científica cada vez ofrece más respuestas y soluciones tecnológicas en relación a las interacciones entre sociedad humana y ecosistemas.
- Actualmente existe mayor conciencia ciudadana sobre la relación existente entre los grandes desafíos ambientales y la vida diaria.
- El lo que se refiere al liderazgo político no existen compromisos claros respecto a plazos, cuantificación de objetivos, etc.
- Es necesario que exista más coherencia entre lo que se dice en las conclusiones de Río+20 y lo que se hace en España. Por ejemplo en materia de energía sostenible.
- Para llevar a cabo la transición hacia una economía verde España cuenta con importantes fortalezas como el liderazgo en tecnologías relacionadas con las energías renovables y el uso eficiente del agua, que no está aprovechando al máximo.
- El cumplimiento de la hoja de ruta establecida en la cumbre de Río+20 se cumplirá en base a la voluntad de los gobiernos de cada uno de los países del mundo, existiendo objetivos concretos y con plazos perfectamente definidos.