Daniel Calleja, licenciado en Ciencias Ambientales, es uno de los promotores de Babel Nature, empresa que propone un turismo vivencial a lo largo del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva. Este tipo de turismo promueve las visitas activas en familia para “conocer con sentido y de inmersión en la naturaleza”, así como para acercarse a la recuperación de los saberes ancestrales y patrimoniales de la comarca.
El turismo vivencial pretende recorrer el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde la abundante pluviosidad convierte este espacio en una "isla verde". De la mano de Babel Nature, los 29 pueblos y 25 aldeas que forman esta comarca situada entre el extremo occidental de Sierra Morena y el norte de la provincia de Huelva, “las personas conviven con el territorio de forma sostenible, por eso somos Reserva de la Biosfera”, sostiene el ambientólogo Daniel Calleja.
“Somos un pequeño grupo de ocho especialistas que pretendemos dar a conocer la naturaleza desde una faceta ‘slow’ (lenta), es decir, que quienes vienen lo hagan caminando con sentido, que anden menos, pero que vean más”
Daniel Calleja, licenciado en Ciencias Ambientales
Desde Babel Nature sosntienen que “mapean las fortalezas de cada momento en el parque” y hacen un calendario que les permite desarrollar rutas de etnobotánica como la de las orquídeas, los robles, los alcornoques o los castaños -de los que se recoge sus frutos-; o la de la miel en la que se pueden conocer las plantas del parque y las personas que trabajan con ella.
“Tenemos mucha demanda de turismo extranjero para la observación de aves, sobre todo la colonia más grande de Europa de buitres negros, un ave solitaria y con una envergadura de 2,20 metros”
Así mismo, rutas para el rastreo de animales porque los bosques del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche dan buen cobijo a una diversidad de animales, entre ellos, buitres negros, cigüeñas, águilas reales y pescadoras. Pero el bosque es, además, residencia para pequeñas aves y mamíferos como ciervos, jabalíes, garduñas, ginetas y el lince ibérico.
Otro de los atractivos es la observación del cielo y las estrellas, rutas “que vienen de los lenguajes de la naturaleza”, asegura, y añade que este Parque Natural es “un lugar privilegiado y calificado también como la octava reserva ‘starlight’ del mundo”, un marchamo de calidad del cielo sin contaminación lumínica. Según Calleja, la escasa población o lejanía de núcleos urbanos potentes (30.000 habitantes en toda la comarca) permite una escasa contaminación lumínica y una buena observación de “estos paleocielos, es decir muy antiguos”.
“Después de Grazalema somos el segundo sitio donde más llueve en España”, se llegan a recoger entre 1.300-1.400 litros por metro cuadrado, dice, y añade que eso convierte a este parque en “un sitio con gran vegetación y con más árboles que en ningún otro parque en Andalucía, y el segundo en tamaño, después de Cazorla”. Hay una gran riqueza micológica, asegura Calleja, “porque gracias a la ausencia de grandes nevadas, se puede disfrutar de esta actividad desde septiembre hasta finales de mayo”.
Es el Parque Natural con “menos superficie pública en Andalucía, eso significa que el hombre vive arraigado en el campo y mantiene el territorio con sus usos tradicionales, como son la dehesa, donde el cerdo ibérico es la estrella, y el sistema de huertas que se mantiene desde la antigüedad de forma inalterable”.
“La gente en el campo y la naturaleza tienen otro ritmo, otra velocidad diferente al de la ciudad”, sostiene el ambientólogo, y mostrar esas características son los objetivos de Babel Nature, que los visitantes se vean inmersos en la naturaleza y en contacto con la gente que vive en este vasto territorio de 186.827 hectáreas. Un lugar que alberga la Gruta de las Maravillas, “un monumento natural, de origen cáustico, que rivaliza por su espectacularidad” con las cuevas del Drach (Baleares) y de Nerja, también en Andalucía, concluye.
Fuente: texto de EFEverde, imágenes de Babel Nature y Junta de Andalucía