Con el aumento del deterioro, degradación y desertificación de la tierra en el mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el Decenio de las Naciones Unidas para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación en el periodo 2010-2020, con el fin de promover acciones que protejan las tierras secas para contribuir el bienestar de la humanidad a largo plazo.
La función de la década es velar por revertir y prevenir la desertificación y la degradación de las tierras y atenuar los efectos de la sequía en las zonas afectadas para apoyar la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental.
La resolución A/64/201 tiene como principales objetivos:
La desertificación hace referencia a la degradación en las zonas secas. Las tierras secas albergan gran biodiversidad valiosa y excepcional, además sirven de almacén alimentario mundial tanto humano como animal. Al menos una de cada tres plantas cultivadas tiene su origen en las tierras secas. Estas tierras abastecen al 50% del ganado mundial, presentes en los hábitats silvestres. La subsistencia de más de 1.000 millones de personas que habitan alrededor de 100 países está amenazada por la desertificación. Un tercio de la población mundial vive en las tierras secas.
La degradación continua del suelo, a causa del cambio climático, la explotación agrícola, y la mala gestión de los recursos, es una amenaza a la seguridad alimentaria y puede llevar a la inanición de las comunidades y la degradación del suelo de producción. El cambio de los usos del suelo provoca una liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera. El suelo absorbe el exceso de carbono en la atmósfera y las tierras secas almacenan aproximadamente el 46% de la cuota global de carbono.
En el mundo el 34,6% del suelo son tierras secas. Las tierras secas engloban ecosistemas hiperáridos como desiertos, ecosistemas áridos como semidesiertos, ecosistemas semiáridos como prados y ecosistemas subhúmedos secos como pastizales.
El 50% de la subsistencia se sustenta en pastizales, el 46% del carbono está almacenado en estas tierras. El 24% del suelo está degradado y de él dependen 1500 millones de personas. 12 millones de hectáreas de suelo se pierden cada año.
En toda América Latina, 80 millones de personas viven en las regiones áridas y semiáridas. Esta población es la que sufre los problemas del deterioro de los recursos naturales en esas zonas.
Fuente: Decenio de las Naciones Unidas para los desiertos y la lucha contra la desertificación, ONU.