El océano cubre más de un 70% de la superficie del planeta. Es el ecosistema del que proviene la vida, alberga gran biodiversidad y riqueza marina. La importancia de los océanos y el impacto que tienen las actividades humanas no controladas se resaltan mediante el Día Mundial de los Océanos celebrado el 8 de Junio, pero que tendrá igual relevancia los días 5 a 9 de Junio en la Conferencia de los Océanos, en Nueva York.
El 8 de Junio fue declarado como Día Mundial de los Océanos. Es en 1992 cuando nace esa necesidad de celebrar la integración de los océanos como parte del planeta y la relación tan importante que poseen con el ser humano, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. La intención es que todos sepamos cómo podemos ayudar a proteger a estos grandes ecosistemas que tanto nos aportan.
De esta manera se sigue en la línea del Objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que defiende la conservación y utilización de forma sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. La celebración de este día se lleva a cabo desde la Red Océano Mundial de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Los beneficios son múltiples para los seres vivos, los océanos generan la mayor parte del oxígeno que respiramos, absorben las emisiones de carbono, ofrecen recursos alimentarios, nutrientes y medicinas, regulan el clima, favorecen el turismo, la pesca y otros recursos marinos. Los océanos están conectados y poseen 1.35 billones de kilómetros cúbicos de agua. Nuestros océanos, nuestro futuro es el lema del 2017 para el Día Mundial de los Océanos, en esta fecha coincide con la celebración de la Conferencia de los Océanos, que se celebrará en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
A pesar de la gran cantidad de superficie que forman los océanos y la vida que albergan (entre un 50 y un 80% de la vida de la Tierra), tan sólo el 1% de la superficie oceánica está protegida. Menos del 10% del fondo marino ha sido explorado por el hombre. El fitoplancton del océano es el que genera la mayoría de oxígeno de la atmósfera y es el mismo océano el que absorbe anualmente el 25% del CO2 que se encuentra en la atmósfera, reduciendo el efecto invernadero.
Los océanos están en declive por las acciones humanas sin control como la sobreexplotación pesquera, la pesca ilegal, prácticas insostenibles de acuicultura, la contaminación marina, la destrucción del hábitat, las especies invasoras, el cambio climático, y la acidificación. Actualmente el 30% de las pesquerías están sobreexplotadas y el 20% están totalmente explotadas. Las zonas costeras se han degradado un 20% y se ha perdido el 20% del coral. Se estima que los plásticos de los océanos matan a un millón de aves y 100.000 mamíferos anualmente.
Debemos actuar e informar de las consecuencias de la actividad humana para los océanos, crear un movimiento uniforme de los ciudadanos a favor del medio ambiente. La gestión de los mares mediante un modelo de pesca sostenible puede conseguir detener la degradación de los océanos y se calcula que crearía más de 60.100 empleos hasta 2024.
Fuente: Día Mundial de los Océanos, ONU.