El brutal aumento del precio del combustible está generando una eco-generación a la fuerza. Actualmente asistimos a una situación asfixiante, tanto para los ciudadanos de a pie como para las empresas, lo que obliga a buscar alternativas ecológicas que protejan los bolsillos.
Lo ideal, sería el esfuerzo de todos para mejorar la sostenibilidad medioambiental. Pero, al fin y al cabo, cuando se trata de salvaguardar y proteger el medioambiente las razones no importan.
Datos de Estados Unidos.
El estudio realizado este año 2012 por Gibbs & Soell arroja unos datos significativos sobre la percepción que tiene la opinión pública en materia de sostenibilidad. A modo de resumen estas serían las principales\ conclusiones del estudio:
La opinión publica y los líderes empresariales permanecen escépticos ante los compromisos de sostenibilidad de las compañías. Tan solo el 21% de los consumidores adultos norteamericanos y el 25% de los ejecutivos creen en el "compromiso verde" de las empresas. Aunque es también destacable que en 2010 tan solo el 16% de los consumidores adultos creyeran dicho compromisos.
Un tercio de los ejecutivos informa que no cuenta con una persona a cargo de las "cuestiones verdes". En 2011 esta cifra era del 25%. Por otro lado los líderes empresariales (21%) remarcan que cuentan con un equipo de individuos, cuyos trabajos están específicamente orientados a la sostenibilidad. Un 4% y 8% más que en 2011 y 2012 respectivamente.
La mayoría de los consumidores adultos y de los líderes empresariales apoyan la idea de que las actividades de sostenibilidad corporativas cuentan con una cobertura mediática cuando existen noticias negativas.
De hecho el 75% de los adultos norteamericanos y el 69% de los ejecutivos sienten que los medios de comunicación son más propensos a informar sobre "malas noticias", en lo referente a como las empresas dirigen sus esfuerzos medioambientales. La cifra comparativa se eleva más si cabe (hasta el 83%) entre los consumidores adultos que confían en el "compromiso verde" de las corporaciones.
En resumen la percepción de la opinión pública sobre las "iniciativas verdes" de las empresas mejora, pero sigue lejos de los guarismos deseables. Sin embargo, señalando casos de éxitos empresariales en términos de sostenibilidad y protección medioambiental se puede aumentar la confianza de la sociedad en estos movimientos, que conozcan nuevos servicios para que hagan uso de ellos y que existan más emprendedores verdes. En definitiva una eco-generación que ahorre.
Tres casos de éxito medioambiental.
Más bicicleta, menos coche: el programa para ir a trabajar en bicicleta del gobierno británico permite a los trabajadores de la isla ahorrar a la hora de comprar una bicicleta nueva.
Esta medida es realmente atractiva y ha sido un éxito en los últimos años. El empleador compra la bicicleta y puede solicitar que se le devuelva el IVA por la compra de la misma. Por otro lado el empleado hace uso de dicha bicicleta y mediante un pequeño descuento mensual en su nómina, va abonando el importe de la bicicleta.
De esta forma fracciona el pago y abona menos impuestos.
Transportes en línea: según la Agencia de Medio Ambiente Europea aproximadamente una cuarta para de de los camiones europeos circulan sin carga, lo que supone un despilfarro de combustible descomunal. Este hecho cobra mayor importancia, si se tiene en cuenta que el 90% de las emisiones de CO2 del sector transportes proceden del transporte de mercancías por carretera.
La solución parcial a este problema, que además está contando con mucha aceptación por parte de usuarios y transportistas, son los mercados de transporte on-line.
Estas empresas permiten a los transportistas conseguir más cargas a lo largo de sus rutas para aprovechar la capacidad ociosa de sus vehículos y no realizar retornos al punto de origen sin carga alguna. El usuario se beneficia también, porque consigue precios económicos para el transporte de sus mercancías sin moverse de casa.
Esto provoca una disminución significativa en el número de viajes a realizar, el gasto ineficiente en combustible y las emisiones de CO2.
"Viva la calle": es una iniciativa que parte de una asociación británica, cuya existencia data de la década de los 20. La idea principal es devolver a los ciudadanos las ganas de andar por las calles de sus ciudades. Para ello realizan diferentes campañas de información que "enganchen" a la población.
Hoy en día, dado su éxito, colaboran con el gobierno británico y profesionales especializados para hacer las calles más atractivas y animar a la gente a andar, en detrimento de los medios motorizados. Su campaña más exitosa durante el 2012 ha sido crear el reto de ir a trabajar andando del 14 al 18 Mayo.
Las empresas podían crear un espacio personalizado en la página web de la asociación. Así, los empleados consultaban el número de kilómetros que habían recorrido a pie desde su casa al trabajo y las emisiones de CO2 ahorradas. La iniciativa tuvo una gran acogida, ya que los datos podían ser consultados, por todos los miembros de la compañía, de forma colectiva e individual, con lo que se fomentaba la participación de toda la plantilla.
Estos son solo algunos casos de éxito de gobiernos y empresas, que ante los problemas vinculados con el precio y la contaminación de los hidrocarburos, han sabido encontrar un hueco en el mercado y conseguir "adeptos verdes" para la causa. La clave por tanto, es promover ideas medioambientales acompañadas de un incentivo social o económico suficientemente atractivo.
Autor: Alberto Sánchez Barco es Director de Marketing de Shiply España. Shiply es el mercado de transporte en línea más grande de Europa, reconocido internacionalmente por su contribución a la protección del medioambiente.