El primer vuelo transoceánico comercial que opera con biocombustibles aterrizó el 2 de agosto en Madrid-Barajas procedente de Ciudad de México. Este vuelo forma parte de un acuerdo específico de colaboración firmado por España y México el pasado 2 de noviembre de 2010, con el fin de colaborar en el desarrollo de biocombustibles y su uso en aviación. La operación ha contado con las participación y supervisión de las autoridades aeronáuticas de México, Estados Unidos y España y el fabricante de los motores General Electric y del avión Boeing, informó el Ministerio de Fomento.
El avión, un Boeing 777 de la compañía Aeroméxico, emplea un combustible compuesto por una mezcla de turbosina derivada del petróleo, así como de hidrocarburos obtenidos de la planta oleaginosa Jatropha Curcas, la cual se cultiva en varias regiones del mundo y "cumple con todos los requisitos exigidos por las autoridades de aviación civil de los países implicados", aseguró Fomento. Para el próximo año se prevé que las operaciones de las líneas aéreas se realicen a nivel intercontinental con este tipo de carburantes, y que el porcentaje empleado se eleve del 30% al 50%, el valor máximo de mezcla que permite la normativa en la actualidad.
La presidenta de Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica (SENASA), entidad dependiente de Fomento y una de las firmantes del acuerdo, Eugenia Lloréns, señaló que "para el desarrollo y crecimiento del sector aéreo español es necesario que apostemos por iniciativas innovadoras y sostenibles que diversifiquen las fuentes de energía de aplicación en la aviación".
Los biocombustibles de aviación "ofrecen una oportunidad para frenar el aumento de las emisiones de carbono", recordó Fomento. Tienen como objetivo ser una fuente limpia de energía disponible a nivel mundial y así responder al compromiso adquirido por el sector aéreo de alcanzar un crecimiento neutro en carbono en el año 2020.
SENASA y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea española (AESA), en estrecha colaboración con los Ministerios de Medio Ambiente y medio Rural y Marino (MARM) e Industria a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), promueven el desarrollo de una cadena completa de producción de biocombustibles para la aviación en España, "que garanticen el uso sostenible de los recursos desde la producción hasta el consumo en la aviación comercial".
Fuente: EROSKI CONSUMER