El Ayuntamiento de Vícar y la Fundación Cajamar impulsan un modelo local de desarrollo sostenible
(26/02/07) - teleprensa.es
VÍCAR.- La localidad almeriense de Vícar, una de las primeras en sumarse al plan CIUDAD 21 emprendido por la Consejería de Medio Ambiente, una vez terminada la fase de auditoria ambiental, pretende ser también una de las primeras localidades que completen el proceso y hagan efectiva la implantación de su propia Agenda 21. Para ello ha suscrito esta mañana un acuerdo de colaboración con la Fundación Cajamar, que en adelante se encargará de apoyar la tarea emprendida, aportando el conocimiento y los medios necesarios para contribuir a hacerla realidad y ponerla al alcance de toda la sociedad en el menor tiempo posible.
El acuerdo de colaboración, suscrito esta mañana por el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla Rodriguez, y el presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila Molina, se concreta en:
· Capacitar a un grupo de licenciados en Ciencias Ambientales para que se conviertan en el motor de las actividades de dinamización social que requiere la puesta en práctica del Plan de Acción de la Agenda 21 Local.
La Fundación Cajamar, que tiene entre sus objetivos la promoción de un modelo de desarrollo sostenible para la provincia de Almería, considera que esta actuación representa una oportunidad de colaborar a que en la localidad de Vícar se asiente un modelo de crecimiento y desarrollo, sobre la base de proyectar nuevas perspectivas económicas que conjuguen el potencial de los recursos renovables con la estabilidad social y el progreso social de sus ciudadanos.
El acuerdo de colaboración, suscrito esta mañana por el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla Rodriguez, y el presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila Molina, se concreta en:
· Definir un marco general del Plan de Acción Local que sea congruente con la realidad del Municipio de Vícar y que sea una guía válida a medio y largo plazo; así como elegir un listado de actuaciones que sean realizables a corto plazo, y que generen un punto de inflexión en cuanto a participación ciudadana en el modelo de desarrollo sostenible y en la adecuación de las herramientas que aporta la Agenda 21 Local.
· Capacitar a un grupo de licenciados en Ciencias Ambientales para que se conviertan en el motor de las actividades de dinamización social que requiere la puesta en práctica del Plan de Acción de la Agenda 21 Local.
La Fundación Cajamar ofrecerá el conocimiento de personal experto en la materia y se ocupará de coordinar las actividades y la evaluación de los resultados. Asimismo, convocará y otorgará dos becas a licenciados en Ciencias Ambientales para que se unan al equipo de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vícar y participen en las tareas de puesta en práctica del Plan de Acción.
Por su parte, el Ayuntamiento de Vícar se responsabilizará de la logística que sea necesaria (lugar de trabajo del equipo, medios, almacén, etc), de adoptar los resultados y poner los medios necesarios para llevarlos a la práctica y de nominar a una persona del equipo municipal que participe en el grupo de trabajo.
El presidente de la Fundación, Juan del Águila, ha expresado, durante la firma, su deseo de que “este esfuerzo común sirva de semillero para formar a equipos de profesionales en medio ambiente que contribuyan a asentar y extender un modelo equilibrado de desarrollo sostenible capaz de corregir los desequilibrios que la acción humana y en especial la actividad económica trae consigo”.
Por su parte, el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, ha señalado que ya se cuenta con un primer documento que recoge un diagnóstico del municipio y que a partir de este momento “se trabajará con los medios humanos que aporta la Fundación Cajamar para la elaboración de los estudios que precisarán las acciones a acometer”. Destacó además que este acuerdo supone “una herramienta fundamental para el desarrollo sostenible y el progreso de Vícar, que estará al alcance de todos los ciudadanos”.
Contexto y significado del acuerdo
Los municipios almerienses están afrontando de forma progresiva una gran cantidad de retos ambientales, ante la dificultad de equilibrar un desarrollo social y económico muy vibrante, en un espacio natural frágil y con una carencia de recursos naturales tan esenciales como el agua.
En este contexto, en el que es preciso definir una estrategia que haga posible un crecimiento más sólido para nuestros pueblos, el éxito de este nuevo desafío está en asentar un modelo equilibrado de desarrollo capaz de corregir los desequilibrios que la actividad económica suele generar en la cohesión social y el mantenimiento del medio ambiente.
Ese modelo de crecimiento en equilibrio, al que se conoce de forma genérica como ‘desarrollo sostenible’, fue adoptado de forma especial tras la cumbre de protección del planeta que se celebró en 1992 en Río de Janeiro bajo el auspicio de Naciones Unidas. A partir de esa fecha, la comunidad internacional ha perfilado lo que se entiende por desarrollo sostenible, dado el interés político existente en la mayoría de los países por adoptarlo como una directriz común a todos los pueblos; y se ha dotado de una herramienta que pueda aplicarse y que asegure que las decisiones de los distintos organismos sean concordantes con el ideal de desarrollo sostenible. A esa herramienta se la conoce como Agenda 21.