China es la gran impulsora en la emisión de bonos verdes en el 2016. Este incremento se debe en parte debido a su gran apetito y en parte a su reciente ratificación del Acuerdo de París. China va de la mano de otros países emergentes, donde ha calado la urgencia de luchar contra el cambio climático. Recordemos que los bonos verdes son bonos cuyos fondos se destinan a proyectos que persiguen un impacto medio ambiental. Dichos fondos se destinan tanto a la financiación como a la refinanciación de proyectos.
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El volumen se sitúo a diciembre de 2016 en 80.000 millones de dólares (76.543 millones de euros), cifra que duplica la de 2015, de una deuda total que asciende a 170.000 millones de dólares (162.179 millones de euros). Polonia es el primer Gobierno que se interesa por estos títulos, con una emisión de 750 millones de euros para reducir su dependencia del petróleo, pero los sectores financiero y corporativo son también protagonistas de esta escalada, con casi el 80% del volumen emitido. Por contra los organismos supranacionales, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI, el más activo, con 4.000 millones de euros), disminuyen su peso. En tanto, los inversores institucionales son los que más demandan este tipo de activos, específicamente las gestoras de fondos, pensiones y aseguradoras.
A Polonia, le seguirá Francia en 2017, con emisiones de bonos verdes en el sector inmobiliario –Cofinimmo, Fabege, Foncière des Régions o Castellum–, y la única operación en el de transporte, la de la francesa SNCF Réseau. Estos títulos son la vía que tienen las empresas, Gobiernos y municipios para invertir en proyectos sostenibles, cuya meta es bajar la huella de carbono para acelerar la transición energética y favorecer el medioambiente, pero no hay que olvidar que los bonos verdes diversifican la inversión y mejoran la reputación e imagen de las empresas, ayudando a las pequeñas compañías que tienen una buena calificación de riesgo a elevar su deuda en el mercado de capitales.
El BEI y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo; la alemana de servicios financieros Berlin Hyp y la banca china; el operador holandés de electricidad Tennet, Iberdrola y la energética estadounidense Southern Power serán los principales emisores. El mercado espera más emisiones gubernamentales, financieras y de utilities en 2017. En España Iberdrola mantiene su liderazgo en el mercado de bonos verdes, siendo la más activa a escala global con tres emisiones efectuadas desde 2014 para proyectos renovables por un valor total de 2.450 millones de euros, mientras que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) encabeza el sector público, tras emitir su segundo bono social por 500 millones: el primero fue en 2015 por 1.000 millones por el cual se beneficiaron 23.254 empresas. Así, tras un 2015 de sequía, España logra un fuerte repunte este año. Los agentes esperan mejoras económicas y regulatorias para que se anime aún más la inversión.
Fuente: modificado de CincoDías.