La filial de Iberdrola, Scottish Power Renewables, lidera un proyecto europeo llamado Brio que hará posible el tratamiento y reutilización industrial de los materiales que componen las palas eólicas una vez que éstas queden fuera de uso. La vida media de estos equipos es de unos 20 años, por lo que los aerogeneradores viejos se convertirán en "residuos emergentes", ya que en un periodo de 20 años se multiplicarán por cinco los materiales sobrantes. Así se calcula que en 2034 en el mundo habrá 226.000 toneladas de palas inservibles que si no se reciclan terminarían en vertederos.
Ante esta perspectiva de impacto medioambiental, la Unión Europea cofinancia programa Brio a través del programa Life + junto a Iberdrola, que en conjunto cuenta con un presupuesto de 1,1 millones de euros. El programa culminará en verano de 2017 y con el mismo se habrán diseñado y estandarizado varios procesos de tratamiento que permitan reutilizar el máximo de componentes posibles de las palas eólicas, que pasarán a formar parte de nuevos materiales, especialmente para el sector dela construcción (materiales aislantes, prefabricados de hormigón, etc). En este proyecto también participan dos importantes centros tecnológicos españoles Tecnalia y Gaiker-IK4.
Repotenciación de parques
Actualmente en el mundo hay cerca de 22.986 Mw en parques eólicos terrestres. Además de la construcción de nuevos parques eólicos el sector está viendo como se busca maximizar energéticamente los ya existentes, de ahí que ya han comenzado los proyectos de repotenciación de parques, que en el caso del Reino Unido la compañía Scottish Power Renewables ya ha modernizado dos. Esta repotenciación implica la retirada de equipos antiguos, lo que junto a los equipos que se desgastan con el uso hace que las grandes palas de esos aerogeneradores se puedan convertir en un importante problema medioambiental si no se anticipa esta situación.
María Luisa Alvarado, de Iberdrola Ingeniería y Construcción, indica que además del diseño y estandarización de los procesos industriales de reutilización y reciclaje de las palas, del Proyecto Brio saldrán toda una "serie de recomendaciones legislativas" para que la Unión Europea pueda tomarlas en consideración.
Un ejemplo de la necesidad de proyectos como Brio es la legislación alemana, que ya prohíbe el vertido de residuos sólidos si antes no han recibido ningún tratamiento de reciclaje y reutilización. Pero además de esta reutilización, con el proyecto Brio selograrán reducir las emisiones de gases efecto invernadero, ya que por cada pala recuperada se evitará la emisión a la atmósfera de 6.000 kg. de CO2.
Fuente:modificado de elEconomista.es (página 32).