Según los datos publicados por la Comisión Europea de Medioambiente en el segundo número de 2010 de "The Flower" (boletín de "The European Ecolabel"), España es el tercer país en número de licencias de "Etiqueta ecológica europea".
Este distintivo es un sistema voluntario, creado en 1992 para alentar a las empresas a comercializar productos y servicios respetuosos con el medio ambiente. De esta forma el logotipo de la flor, permite a los consumidores - públicos y privados - orientar sus decisiones de consumo.
Mientras que el logotipo puede resultar sencillo, los criterios ambientales detrás de él son estrictos, de manera que sólo los productos más respetuosos con el medio ambiente, tienen derecho a utilizarlo. Estos criterios se acordaron a nivel europeo, tras una amplia consulta con expertos, convirtiendo la etiqueta en una marca en la que los consumidores realmente pueden confiar.
La etiqueta ecológica de la UE es una marca que crece rápidamente, cubriendo una amplia gama de productos y servicios que se amplia continuamente. Muchos de los productores que quieren vender sus productos en toda Europa ya se han dado cuenta de los beneficios de este etiquetado.
"Flower" Newsletter issue 02/2010