Cada cierto tiempo la Red emprendeverde de la Fundación Biodiversidad da a conocer distintas experiencias de éxito desarrolladas por emprendedores. Este mes de marzo nos proponen dos iniciativas más: Corkup, productos publicitarios con el corcho como materia prima, y Esferic, inovación en productos responsables con el entorno.
Explorar las posibilidades del corcho para fabricar diferentes tipos de objetos y productos innovadores de regalo promocional y de merchandising es el objetivo de Corkup, una iniciativa que lanzaron hace más de dos años Álvaro Granados Pastor y Francisco José Corral Torres. Poniendo especial atención en el diseño de sus productos, entre los cuales las tarjetas de visita son los más demandados por las empresas, estos emprendedores tienen claro el enorme potencial que tiene este material. “Es resistente y ligero, aislante térmico y acústico, impermeable a líquidos, elástico, ignífugo e hipoalergénico”, enumeran. Una versatilidad que se une a su gran valor sostenible. “La producción de corcho protege realmente la biodiversidad y favorece la economía rural: se estima que la transformación de un kilo de corcho puede absorber hasta 50 kg de CO2 de la atmósfera y si va unido a una gestión responsable del bosque y a repoblaciones, favorece la dehesa”, concretan.
La empresa pone en valor el corcho como material natural y ecológico que sirve como plataforma publicitaria tanto en lo que respecta al propio merchandising como al packaging. “Los productos son propuestos a empresas que desean transmitir una identidad diferenciadora y unos valores responsables”, explican. Muchos de sus clientes compran sus productos, que se venden exclusivamente online, desde Francia. Como aspectos a potenciar de su iniciativa esperan “destacar en la innovación, trabajar en la trazabilidad del producto final, en su huella de carbono y en lograr un objeto promocional verdaderamente ecoinnovador”, concluyen.
A finales de 2014 Suso Chulvi, Victor Pinto, Javi Esteve e Iván Ferrero crearon Esferic, una iniciativa para desarrollar productos ecológicos. “Esferic nace de la inquietud de cuatro personas por utilizar el sentido común en las cosas que hacemos de una forma sencilla y práctica, creando productos que ayuden a cambiar el mundo y a ser más responsables con nuestro entorno”, cuenta Iván Ferrero, que lleva la parte de marketing, ventas y publicidad de la empresa.
Hasta la fecha su producto estrella es Waterdrop, una bolsa de agua para recoger el agua sobrante de la ducha hasta que sale caliente. “El agua se puede usar para regar las plantas, verterla en el wáter para ahorrar una cisterna, para fregar el suelo, los platos…”, lo que supone un ahorro anual de más de 1.200 metros cúbicos por hogar. La bolsa es personalizable con logotipos o el eslogan que el cliente les pida. Además, han empezado a comercializar Ecopop, un recogedor de excrementos hecho con cartón reciclado.
En la mente de estos cuatro emprendedores hay muchas más ideas innovadoras. “Parece que innovar debe de llevar necesariamente aparejado hacer cosas complejas. No siempre es así. De Waterdrop a veces nos han llegado a decir que es demasiado sencilla”, puntualiza Iván. Con una facturación anual de 150.000 euros, miran al futuro con optimismo, embarcados en estudiar nuevas formas de financiación para desarrollar nuevos productos sostenibles.
Conoce más sobre estas experiencias de emprendedores verdes en las entrevistas a Corkup y Esferic.