Para luchar eficazmente contra la explotación insostenible de los bosques y el comercio ilegal de madera, la Asociación Técnica Internacional de los Bosques Tropicales mantiene su compromiso y multiplica sus acciones para proteger y gestionar los bosques africanos que todavía están amenazados, en particular a través de su programa Fair&Precious. El respeto hacia las especies protegidas, así como a los diámetros de explotación, protección de árboles semilleros, métodos de explotación de bajo impacto y las conocidas rotaciones de 25 a 30 años para cumplir con los períodos de descanso, son medidas que se aplican a diario en pro del desarrollo de la madera certificada y legal.
Al promover el desarrollo de una industria de madera tropical sostenible, ética y legal como recurso natural y renovable, la ATIBT apoya a los países productores y muestra las ventajas de la madera tropical certificada para los países importadores.
Con su programa “Fair&Precious”, la asociación promueve los beneficios medioambientales, sociales, económicos y técnicos de la madera tropical, aliándose y manteniendo su compromiso con los países que siguen luchando arduamente contra el comercio ilegal de madera.
Se estima que el mercado nacional se desarrollará rápidamente debido al crecimiento demográfico en África. Este mercado necesita mejor regulación, concienciando a los habitantes de los bosques y consumidores locales acerca de la necesidad de respetar las normas de explotación y el valor de la madera como recurso renovable. Con el aumento de la transformación local de madera (se prevé el cese total de la exportación de troncos a mediano plazo), este consumo local podría tener un impacto positivo, específicamente en la construcción de viviendas de calidad.
Los mercados de exportación son predominantes y se han desplazado hacia el continente asiático en los últimos 10-15 años. Estos mercados no tienen la misma visión en cuanto al aprovisionamiento sostenible, mientras que algunos países comprenden bien el valor de la certificación - como los países escandinavos, los Países Bajos y el Reino Unido. Otros, por el contrario, no están muy conscientes de ello por ahora, principalmente en el sur de Europa y los países asiáticos, este último exporta más del 50% de la madera producida en la cuenca del Congo. El consumo de madera certificada y la valorización de los servicios ecosistémicos son temas que forman parte de las prioridades de la ATIBT.
África está más movilizada que nunca para mejorar la gestión de sus bosques, valorizar sus riquezas y en particular su “oro sostenible”, la madera tropical, que, como lo dice ATIBT, es “más que madera”.
La Cuenca del Congo, que incluye Camerún, Congo y Gabón, alberga el segundo bosque más grande del planeta que representa casi 5,5 millones de hectáreas de bosques certificados FSC (Forest Stewardship Council). Según algunos investigadores y científicos, la Cuenca de Congo es tratada de forma ejemplar por las empresas forestales certificadas FSC. También hay que destacar la aparición de otra certificación de gestión sostenible, el PAFC – Cuenca del Congo.
Camerún:
Camerún es el primer país africano que impone la obligación de utilizar madera de origen legal en sus mercados públicos. El país lanzó una campaña de concientización nacional sobre el uso de madera de origen legal en los principales centros urbanos del país en colaboración con el Ministerio de Bosques y Fauna (MINFOF). Siendo el mayor país exportador de madera, su gran población se beneficia de los recursos forestales y, por tanto, debe ser consciente de su importancia.
Congo:
País que posee una gran superficie de explotación y una de las mayores superficies certificadas FSC. El Congo multiplica las acciones para proteger sus recursos con la adopción de un nuevo código forestal que muestra la determinación de sus responsables de valorizar al máximo sus recursos forestales. Un proyecto innovador de reparto de producción que pretende fomentar la transformación local.
Gabón:
En 2020, el país adoptó una fuerte política medioambiental al decretar que todos los bosques concedidos del país deberán adoptar el modelo de certificación FSC para 2022. Un compromiso continuo que está teniendo un gran impacto y que permite que su madera tropical sea reconocida en el mundo entero. Gabón ha sido precursor en la lucha contra las ilegalidades, fue el primer país en prohibir la exportación de troncos, entre otras medidas.
Gabón recibirá sus primeros pagos internacionales como recompensa por la protección de sus bosques. Noruega pagará una recompensa de 17 millones de dólares a cambio de las toneladas adicionales de carbono no emitido gracias a las medidas aplicadas para luchar contra la deforestación. De hecho, comparado a la media de emisiones a nivel mundial desde el 2006 hasta el 2016, se capturaron 3,4 millones de toneladas a lo largo de los años 2016 y 2017.