Los artes de pesca perdidos o abandonados (APPA) pueden perjudicar seriamente a los ecosistemas, hábitats y especies marinas cuando llegan al fondo marino sin control o quedan a la deriva flotando en la columna de agua. Sus efectos sobre la biodiversidad y sus hábitats pueden ser muy diversos, incluyendo abrasión, sepultación, aplastamiento, cebado o pesca fantasma.
Estos materiales pueden así afectar a diversas especies, impidiéndoles crecer, moverse o alimentarse. Muchas de las especies afectadas están además catalogadas como amenazadas, como es el caso de algunas especies de coral, esponjas o praderas marinas que habitan nuestros fondos, hasta los cetáceos y tortugas marinas que pueden verse atrapadas impidiéndoles sumergirse para alimentarse o salir a superficie a respirar. Además, son elementos peligrosos también para la seguridad de las personas pudiendo provocar atrapamientos, averías en embarcaciones, etc.
Estos residuos, además de muy característicos, pueden resultar de difícil detección y extracción debido a distintos aspectos que tiene que ver con su tamaño, peso, ubicación, composición, tiempo de permanencia en el medio marino y grado de interacción y/o colonización de distintas especies.
Con el objetivo de actuar frente a esta amenaza y minimizar los efectos de estos residuos, se ha puesto en marcha la iniciativa INTEMARES-Artes Perdidos, impulsada por la Subdirección para la Protección del Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del proyecto LIFE INTEMARES, en colaboración con la Asociación Hombre y Territorio.
“Los artes de pesca perdidos o abandonados son elementos complejos que deben ser tratados como elementos prioritarios en la gestión de las zonas Red Natura 2000 y otras áreas marinas protegidas, y su correcta gestión puede garantizar un mejor mantenimiento de la biodiversidad y los hábitats y ecosistemas, muchos de ellos prioritarios y protegidos por la legislación europea”, afirma Marta Martínez-Gil, responsable de la Subdirección General para la Protección del Mar para estos trabajos.
Hasta 2023, se trabajará en la creación de un nuevo protocolo nacional de actuación que permitirá homogeneizar cómo se inventarían, localizan, evalúan y, en su caso, se extraen y gestionan los distintos elementos que componen el extenso y variado catálogo de componentes que se usan para la pesca profesional y recreativa en las distintas demarcaciones marinas de España y que pueden resultar perdidos de manera involuntaria durante el desarrollo de estas actividades.
Esta herramienta, cuya elaboración estará coordinada por la Asociación Hombre y Territorio (HyT), contará con la participación de los distintos actores que están involucrados en la gestión de estos materiales: pescadores, administraciones (en sus distintos niveles), servicio marítimo de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, buceo recreativo y profesional, aseguradoras de buceo, conservadores e investigadores expertos en biodiversidad marina. Así, se intentará generar unas pautas consensuadas de trabajo, estrategias, limitaciones de interacción y valoración, así como una red de entidades colaboradoras para que la gestión de estos elementos sea la más eficiente, segura y responsable posible.
El proyecto LIFE INTEMARES avanza hacia el objetivo de lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000, con la participación activa de los sectores implicados y con la investigación como herramientas básicas.
La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico coordina el proyecto. Participan como socios el propio ministerio, a través de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación; la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, así como de la Agencia de Medio Ambiente y Agua; el Instituto Español de Oceanografía; AZTI; la Universidad de Alicante; la Universidad Politécnica de Valencia; la Confederación Española de Pesca, SEO/BirdLife y WWF-España. Cuenta con la contribución del Programa LIFE de la Unión Europea.