noticias_medioambienteDiario: La Opinión de Zamora. Domingo 27 de junio de 2010

La futura cantera de pizarra «Valdornesa» de Boya, municipio de Mahíde, afectará al ecosistema de la Sierra de la Culebra. Así lo especifica el documento comprensivo del Proyecto presentado en la Junta de Castilla y León por la empresa promotora «Amesa» (Asistencia, Montajes y Estudios) de Ponferrada (León). El documento está redactado por «Agazos Medioambiente»: Francisco Alvarez (licenciado en Ciencias Químicas), Pedro Gracia (ingeniero de Minas), Cristina Canedo (licenciada en Ciencias Ambientales) y Fernando Silván Sánchez ( ingeniero Industrial).



Durante la explotación, según los técnicos: «Las emisiones de polvo originadas en las tareas de desmonte, arranque, voladuras y transporte y descarga de estériles y la contaminación del aire debido a las emisiones de gases producidos por los vehículos y la maquinaria empleada en las tareas de explotación, producen una merma de las condiciones del aire. Además precisan que «algunas de estas acciones producirán un aumento de ruido en la zona, que repercutirá sobre la fauna existente, que se verá obligada a realizar desplazamientos hacia zonas más tranquilas».


Sobre la hidrología, las perspectivas son tampoco son muy halagüeñas, ya que, según el estudio, se han detectado como posibles impactos la alteración de drenajes superficiales como consecuencia de la construcción de la escombrera, el incremento de sólidos en suspensión a causa de la generación de escorrentías procedentes de las superficies alteradas y la posible contaminación por vertidos accidentales de materiales o productos que pudieran dar lugar a la contaminación de aguas superficiales».


Reconocen asimismo que «estos impactos pueden originar a su vez riesgos de inestabilidad, erosión y arrastre por escorrentía y posibles fenómenos de «subsidencia» en las áreas de vertido de estériles, si no se aplican las medidas correctoras y protectoras oportunas para evitarlos».


Para la puesta en marcha de la cantera de pizarra «Amesa» se ha hecho, mediante transmisión, con 38 de las 47 cuadrículas mineras en poder de «Pizarras Castilla», anterior explotadora del yacimiento.


La cantera ocupará una superficie de 5 hectáreas, con aprovechamiento a través de bancos de entre 5 y 8 metros de altura y prevé un volumen final de 1.627.879 metros cúbicos de roca extraída. El pozo tendrá diseño rectangular, 220 metros de longitud (en dirección a las capas), 240 de anchura (en perpendicular a ellas) y 60 de profundidad máxima.


La explotación generará un total de 2.351.000 metros cúbicos de escombros, lo cual traería consigo la obligación de construir una escombrera que ocuparía 14,35 hectáreas, al noreste de la cantera, con 35 metros de altura (con tres tongadas superpuestas de 15, 10 y 10 metros).


La duración de la actividad se prevé para al menos 28 años. De iniciarse en 2011, las explotación se mantendría teóricamente hasta 2038, con una producción estable a partir del tercer año, en torno a 6.000 toneladas, manteniéndose hasta el final de la explotación. Los terrenos a ocupar por la cantera, escombrera y accesos pertenecen a un monte catalogado «como privados o de libre disposición» pertenecientes a la Junta Vecinal de Boya.

 
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