Para las empresas, las cuentas anuales son la oportunidad para demostrar a sus accionistas y la opinión pública su compromiso en la lucha contra el cambio climático. Toda una declaración de intenciones que no suele reflejarse posteriormente en los estados financieros, tal y como desvela un estudio elaborado por Carbon Tracker Initiative y el Climate Accounting Project.
Más del 70% de las 107 empresas analizadas -entre ellas Repsol, Exxon Mobil, BMW o Air France- no incluyeron en sus cuentas anuales información que indicase que se tuvieron en cuenta los riesgos críticos relacionados con el clima a la hora de preparar los estados financieros de 2020. Aquellas que aseguraban que sí se habían tenido presente no detallaban qué supuestos se habían empleado.
El 80% de los auditores tampoco tomaron en consideración la cuestión climática al auditar estas empresas, 94 de las cuales forman parte del grupo Climate Action (CA)100+, consideradas cruciales para la transición energética por parte de los inversores.
Una ausencia de transparencia que afecta directamente a los inversores, quienes no tienen forma de saber el alcance del capital en riesgo, o si los fondos se están asignando a negocios no sostenibles, señala Barbara Davidson, autora principal del informe.
Destaca también la falta de coherencia en los informes de tres cuartas partes de estas empresas y el hecho de que ninguna incorporó en sus estados financieros los supuestos alineados con París, ni siquiera mediante análisis de sensibilidad, que permite ver el efecto de un cambio en el valor de una variable en el resultado final en un análisis financiero.
La reticencia de las empresas a incorporar la cuestión climática en sus prácticas y en sus finanzas podría estar saliéndole muy cara.
Según el estudio The Mainstream of Investing in the Decisive Decade for Climate elaborado por FTI Consulting, integrar medidas basadas en criterios ESG (medioambiental, social y de buen gobierno, por sus siglas en inglés) podría reportar a las compañías un incremento de su valoración del 50% o superior.
A raíz de la respuesta de los inversores institucionales encuestados, la consultora deduce que las compañías apostarán por ir más allá del simple cumplimiento normativo para atraer nuevos inversores mostrando liderazgo a través de la innovación. Además, la correcta incorporación de los criterios ESG traerá consigo nuevo talento.
Sin embargo, por ahora, queda un largo camino por recorrer en el grado de preocupación ante la crisis climática y la incorporación de los criterios ESG en cada una de las áreas vertebradoras de las empresas.
Recientemente, un estudio elaborado por el grupo de expertos InfluenceMap reveló que muchos fondos supuestamente alineados con los objetivos del Acuerdo de París poseen activos de grandes contaminantes, entre los que se encuentran las compañías petroleras, algo incompatible con la limitación del calentamiento global a un nivel muy inferior a 2ºC.
También destacaba que el 71% de otros casi 600 grandes fondos regidos por criterios ESG no están bien alineados con el Acuerdo de París.
Fuente: El Economista