El modelo eléctrico dominante hasta hoy se ha basado en grandes centrales de generación alejadas del consumidor final y una relación unidireccional con miles de clientes pasivos. Actualmente, los problemas de suministro eléctrico en baja tensión son generalmente detectados por los propios clientes quienes informan a la compañía eléctrica, dada la limitada monitorización de las redes de baja tensión.
El fomento de las energías renovables y eficientes ha dado lugar a la aparición de generación a pequeña escala distribuida. Además, los consumidores podrán solicitar una electricidad "a la carta", a través de una relación bidireccional entre la generación/distribución y el consumo. Las redes eléctricas inteligentes harán posible esta evolución del modelo eléctrico, a través de la participación de todos los agentes conectados a ellas -generadores, consumidores, y de aquellos que realizan ambas funciones- a través de sistemas de información y comunicación, de tal forma que se consiga un suministro sostenible, eficiente y seguro.
Las redes eléctricas inteligentes suponen la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones a toda la red eléctrica existente y el rol actual de las empresas distribuidoras evolucionará hasta convertirse en Operadores de la Red de Distribución.
Las Redes eléctricas inteligentes