Los límites legales de contaminación del aire para todo el año en Londres se han roto en los primeros cinco días de este recién estrenado 2017. La estación que mide en Brixton Road tiene el dudoso honor de ser el primer sitio de monitoreo de calidad del aire que supera el límite anual de 18 horas al año en menos de una semana, en cuanto a los niveles de dióxido de nitrógeno se refiere. Éste es el mismo compuesto que causó la limitación al tráfico en Madrid a finales de 2016.
Los científicos del Colegio Imperial de Londres son los encargados de recoger las mediciones, enmarcadas dentro del London Air Project, una iniciativa para limpiar el aire de la ciudad que no va muy viento en popa. En noviembre de 2016, un tribunal británico condenó al gobierno del país por haber fracasado en su plan para adecuar los estándares de emisiones a las leyes europeas. La demanda fue interpuesta por un bufete ambientalista llamado ClientEarth, y da una idea de lo atrás que se está quedando Reino Unido en materia medioambiental.
ClientEarth y otras organizaciones como Greenpeace llevan tiempo presionando al Reino Unido para que regule la progresiva retirada de la circulación de los vehículos diesel y su sustitución por híbridos y eléctricos. Es algo que otras grandes ciudades ya están haciendo. No obstante, ni el escándalo de emisiones de Volkswagen ha servido para acelerar el proceso.
Aunque no es el único, el dióxido de nitrógeno es uno de las emisiones del tráfico rodado más dañinos para la salud humana. Se asocia a problemas pulmonares y algunos estudios que lo asocian con el daño cerebral.
Fuente: modificado de Gizmodo.