Comprar y vender objetos de segunda mano representa una enorme contribución a la sostenibilidad, con ello, podemos llegar a evitar la producción de un artículo nuevo equivalente, así como ahorrar la gestión de sus residuos al desecharlo. Es por ello que vibbo, la plataforma online de segunda mano, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, ha elaborado la lista negra objetos que nunca deberíamos tirar a la basura debido a su gran impacto sobre el medio ambiente.
Según el estudio realizado por vibbo, ‘Second Hand Effect. El mercado de segunda mano y su efecto en el medio ambiente’, los usuarios de esta plataforma ahorraron potencialmente 700.000 toneladas de dióxido de carbono mediante la compraventa de objetos de segunda mano en España en 2015. Esta enorme cantidad de CO2 equivale a eliminar todo el tráfico que soporta Madrid durante 2,5 meses o a producir 2,9 millones de sofás. También equivale a que 847.000 personas hagan el trayecto ida y vuelta entre Madrid y Nueva York en avión o a fabricar 9,5 millones de smartphones. En este sentido, incluso los gestos más pequeños, como reutilizar objetos de segunda mano, son muy importantes.
1. Pantalones vaqueros
La producción de vaqueros tiene un gran impacto sobre los recursos de la Tierra. Para cultivar la cantidad de algodón necesario para hacer un par de vaqueros se requieren aproximadamente 11.000 litros de agua. Con frecuencia, esto tiene unas consecuencias devastadoras para el entorno que rodea a las áreas de cultivo ya que en muchas ocasiones se realiza en zonas con una gran escasez de agua. Además, se necesitan varios productos químicos para el proceso de tinte y secado en la fabricación de un par de vaqueros, algunos de los cuales son peligrosos para las personas y el planeta. La tela de estos pantalones es duradera, transpirable y fácil de teñir por lo que resulta muy útil para dar rienda suelta a nuestra imaginación y hacer nuestros propios bolsos, estuches e incluso pufs. Además, también podemos darles una segunda oportunidad poniéndolos en venta para que otros puedan reutilizarlos.
2. Smartphones
Para la fabricación de un teléfono móvil es necesario consumir grandes cantidades de energía. Por ejemplo, la producción de un nuevo Iphone genera 64kg de dióxido de carbono, unas emisiones que contribuyen al cambio climático. Además, este tipo de dispositivos también contienen minerales preciosos que son causa de varios conflictos armados en África central, por los que se dan situaciones de corrupción, una grave contaminación e incluso la violación grave de derechos humanos. Con un buen uso un teléfono móvil puede trabajar con un buen rendimiento durante varios años, pese a ello la mayoría de los usuarios lo cambian cuando todavía funciona. Por ello, la compra de un teléfono de segunda mano resulta una opción muy inteligente para aquellos que quieran ahorrarse un dinero.
3. Bicicletas
Una bicicleta se compone principalmente de acero, producido por una de las industrias más contaminantes del planeta y una de las que consumen más energía. En concreto, para la fabricación de una bicicleta, se producen emisiones de carbono equivalentes a los mismos niveles de contaminación que supondría conducir un vehículo más de 30 kilómetros. A veces nos deshacemos de nuestra bicicleta porque queremos una mejor o sencillamente porque no tenemos espacio o no le damos el uso que esperábamos, es por ello que resulta una excelente oportunidad para que otros le den una segunda vida ya que en muchas ocasiones están en perfectas condiciones o bien podemos aprovechar algunas de sus piezas.
4. Juguetes
Los juguetes se hacen a menudo de plástico, un derivado que se extrae del petróleo. Tanto el proceso de extracción de este hidrocarburo así como la combustión de los plásticos utilizados son perjudiciales para el clima y el planeta. Además, el caso de los juguetes cobra especial importancia ya que a menudo son objetos con una vida muy corta, extendiéndose el valor medioambiental que conseguimos al revenderlos en lugar de tirarlos a la basura o en vez de guardarlos sin que se les de uso.
5. Sofás de piel
Este tipo de muebles están hechos en su mayoría con piel de vaca. Tanto para la fabricación del cuero así como para la cría de los animales se requieren grandes cantidades de alimento, energía y recursos. Más allá del cuero, un sofá se compone de otros materiales como el acero, el plástico, la madera y la espuma, materiales que necesitan en todos los casos enormes cantidades de energía para su producción y procesamiento. Los expertos aseguran que a lo largo de nuestra vida cambiamos de sofá hasta en 5 ocasiones en función de nuestras necesidades, por lo que resulta una excelente solución dar una segunda vida al sofá que ya hemos vivido en lugar de tirarlo y buscar uno de segunda mano que se adapte a nuestro nuevo estilo de vida.
Más información sobre el informe Second Hand Effect.
vibbo es una plataforma adaptada a los nuevos tiempos para que compres lo que te queda por vivir y vendas lo que ya has vivido de la manera más rápida, sencilla y cómoda que existe.
Más información: Marta Machado, PR & Communications vibbo.