Tal y como me pasa a menudo la falta de tiempo me ha obligado a dejar un poco desatendido el blog estos últimos meses, pero haciendo gala de constancia, o de lo que sin eufemismos se podría llamar cabezonería, retomo el teclado. En esta ocasión quiero mostrar una campaña de divulgación y concienciación ciudadana sobre los RAEEs, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, hacer un ejercicio de ficción en el que repaso algunas de las situaciones con las que una/a educador/a ambiental no se debería encontrar.
El proyecto High Technology Waste Treatment (HTWT), realizado por la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana con los fondos del del programa europeo LIFE+, responde al espíritu de este programa incorporando como fase de trabajo la “elaboración y puesta en marcha de campañas de divulgación y concienciación ciudadana con el objetivo de informar sobre la correcta gestión de los RAEE”.
Para ello la campaña “Tus residuos de aparatos eléctricos y electrónicos no son basura, participa en su reciclado” (corto no es, pero sí bastante descriptivo =:-D) se desarrolla en tres acciones:
A) Elaboración del vídeo que ya has visto y difusión del mismo en internet utilizando youtube.
B) Instalación de puntos informativos en Centros Comerciales durante un día. En ellos monitores explican aspectos sobre la gestión de los residuos electrónicos y eléctricos, usando como materiales de apoyo roll ups y folletos. Si trabajas o has trabajado en Educación Ambiental seguro que estas fotos de la ejecución de la campaña te despertarán algunos recuerdos.
C) Envío de notas de prensa a distintos medios.
Perfecto, hasta aquí la descripción de una campaña tipo. Ahora toca entrar en harina y para ello voy a realizar un planteamiento tipo “What if” (toma afloramiento friki), remarcando que son planteamientos puramente ficticios, ya que no tengo esa información de la campaña.
Pues a mi entender si se cumpliesen todas estas condiciones la respuesta sería que la Educación Ambiental realizada sería una basura. Por suerte somos muchos los que trabajamos en Educación Ambiental evitando que todo eso pase.
Fuente: edamb