Un nuevo estudio encargado por la Comisión Europea evalúa si la Directiva 2006/66/CE sobre baterías y acumuladores aborda y aplica de manera adecuada los objetivos de dicha Directiva, y si sus requisitos legales e implementación en los Estados miembros apoyan los objetivos generales de la política medioambiental de la UE. De acuerdo con este estudio, solo la mitad de los países de la UE cumplen con el objetivo mínimo establecido del 45% de recogida y reciclado de pilas, acumuladores y baterías usadas.

Según el informe, en toda Europa, unas 35.000 toneladas de pilas y acumuladores usados terminan como residuos domésticos cada año, con la consecuente pérdida de recursos valiosos y el riesgo ambiental que representa debido a la fuga de sustancias peligrosas como el cadmio y el plomo. El informe concluye que se necesita involucrar a los consumidores mediante una mejor información y campañas de recogida dirigidas. El objetivo es aumentar los volúmenes de recogida extrayendo más baterías de los aparatos eléctricos. Además, los aparatos deberían diseñarse para que las baterías sean más fáciles de extraer

El informe señala la tendencia existente hacia el mayor uso de baterías de iones de litio, principalmente para movilidad eléctrica y almacenamiento de energía descentralizado, sectores para los cuales se prevé un fuerte crecimiento, y cuyas baterías actualmente caen bajo la categoría de baterías industriales. Para esta categoría, la directiva no especifica objetivos de recogida, requisitos mínimos de infraestructura de recogida, informes de requisitos o la responsabilidad ampliada del productor, lo que indica que la Directiva 2006/66/CE podría haberse quedado obsoleta.

"A pesar de la creciente importancia de las baterías de iones de litio en las nuevas tecnologías, como las bicicletas eléctricas, no hay una recogida específica y objetivos de reciclado separados para estas. Es necesario revisar la Directiva, e incluir objetivos ambiciosos para elementos clave como el litio y el cobalto"

Hartmut Stahl, investigador del Öko-Institut y autor principal del estudio

 

La evaluación se realiza de acuerdo con las directrices de la Better Regulation de la UE y ayuda a la Comisión Europea a evaluar el desempeño real de las Directivas en comparación con las expectativas iniciales. Puedes ver el informe completo en este enlace.

Fuente: Fundación para la Economía Circular