Las concejalías de Playas, a través de los diferentes organismos de Desarrollo Local y en colaboración con los sistemas de recogida de basuras, llevan realizando desde varios veranos jornadas de sensibilización ambiental a través de la campaña de recogida de colillas en diferentes municipios de la provincia de Alicante. Desde Cienciasambientales.com queremos recordar la importancia de un turismo responsable y sostenible en el Año Internacional del Turismo Sostenible.
La campaña ha tenido mucho éxito, recogiéndose cada verano cerca de 50.000 colillas, además de la concienciación que se hace con este tipo de iniciativas a otros municipios de respeto hacia las playas. La campaña en 2013 tuvo un gran impulso cuando los usuarios y las empresas de los chiringuitos colaboraron activamente con una campaña visual con cajas llenas de colillas bajo un título de “Objetos Perdidos: antes de marcharse de la playa recoja el suyo”.
En 2017 se han vuelto a obtener datos elevados: en lo que llevamos de verano se han recogido 5 kilos de colillas al día en las playas alicantinas; por este motivo es necesaria la acción de sensibilización a usuarios de playas. Para mejorar la campaña se han repartido ceniceros con el lema “Yo no soy el nicotino” para evitar las colillas en las playas. Además, la Policía Local apoyará la campaña con presencia en las costas para evitar el arrojo de cualquier material no permitido y sancionar a quien lo haga con multas de hasta 210€.
A modo de sensibilización se han diseñado unos personajes que realizan actos no permitidos en las playas: uno de ellos es la Plantalatas que se refiere a esas personas que tiran las latas consumidas a la arena; otro sería la Abracadabra, esa persona que lleva muchas bolsas a la playa y vuelve sin ninguna (y no las ha tirado al contenedor); el Faquir sería otro de ellos, que se olvida de las botellas de cristal en la playa; y por supuesto el Nicotino que deja las colillas en la arena sin ningún tipo de prejuicio.
El filtro que contiene una colilla puede contaminar hasta 3 litros de agua marina. Esto se debe a que los filtros absorben diferentes químicos como el cadmio, el plomo, el arsénico o el alquitrán, que ante la presencia de agua se disuelven las sustancias tóxicas. Una vez disueltas en el mar, tardan de 5 a 20 años en desaparecer de forma natural. Otro problema asociado a las colillas es cuando las especies acuáticas marinas las confunden con alimentos, por este problema se han encontrado colillas en los aparatos digestivos de animales como tortugas, aves, delfines y ballenas entre otros.
Cada Ayuntamiento adjudica unos 800.000€ anuales para la recogida de colillas, bolsas, latas y envases de plástico en las playas. Es una cantidad elevada que podría destinarse a mejorar otros servicios de las ciudades si nosotros colaboramos y mejoramos la calidad de nuestras playas.
Fuente: modificado de Diario Información.