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La Comisión Europea redactó veintiocho informes que describían los principales retos y oportunidades que planteaba la aplicación de la política medioambiental para cada Estado miembro. En el informe correspondiente a España se destaca que la aplicación y ejecución en materia medioambiental representa, en general, un reto para este Estado miembro. España es un marco de referencia excepcional dentro de la UE por su capital natural, que ofrece oportunidades pero también implica una especial responsabilidad. En este artículo se pormenoriza como se garantiza la salud y calidad de vida de los ciudadanos, desde el punto de vista de España.

Comision europea legislacion ambiental

Garantizar la salud y calidad de vida de los ciudadanos

Calidad del aire

La política y legislación de la UE sobre un aire limpio requieren una mejora significativa de la calidad del aire en la Unión, que se acerque a los niveles recomendados por la OMS. La contaminación atmosférica y sus impactos sobre los ecosistemas y la biodiversidad deben seguir reduciéndose con el objetivo a largo plazo de no exceder las cargas y niveles críticos. Ello requiere redoblar esfuerzos para cumplir íntegramente la legislación de la Unión en materia de calidad del aire y establecer medidas y metas estratégicas para después de 2020

La UE ha desarrollado un amplio corpus legislativo que establece normas y objetivos basados en la salud para una serie de contaminantes atmosféricos. Como parte de ello, los Estados miembros deben también garantizar que la información actualizada sobre la concentración en el ambiente de distintos contaminantes atmosféricos se pone a disposición del público de manera habitual. Asimismo, la Directiva sobre los techos nacionales de emisión prevé las reducciones de las emisiones que deben alcanzarse a escala nacional para los principales contaminantes.

La mayor parte de las emisiones de varios contaminantes han disminuido en España de manera significativa. Las reducciones llevadas a cabo entre 1990 y 2014 en el caso de los óxidos de azufre (– 88 %), los óxidos de nitrógeno (– 40 %), así como los compuestos orgánicos volátiles (– 42 %), garantizan que las emisiones atmosféricas de dichos contaminantes se encuentran dentro de los techos nacionales de emisión actualmente aplicables . No obstante, las emisiones registradas de amoniaco han aumentado (+ 3 %) y están por encima de los techos actuales.

Al mismo tiempo, la calidad del aire en España sigue siendo motivo de preocupación. Para el año 2013, la Agencia Europea de Medio Ambiente estimó que unos 23 940 casos de muerte prematura podían atribuirse a las concentraciones de partículas finas, 1 760 a la concentración de ozono y más de 4 280 a las concentraciones de dióxido de nitrógeno59. Esto se debe también a la superación de las normas de calidad del aire de la UE, tal y como muestra el gráfico.

cumplimiento PM10 dioxido nitrogeno ozono

Situación de cumplimiento para partículas finas (PM10), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3) en 2014

En 2014, se registró una superación de las normas de calidad del aire en la UE para el dióxido de nitrógeno (NO2) en cinco zonas de evaluación de la calidad del aire (Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia y Vallés-Baix Llobregat) y las partículas finas (PM10) en tres zonas de evaluación de la calidad del aire (Oviedo, Terres de l'Ebre y La Coruña). Además, los valores objetivo para las concentraciones de ozono se excedieron en muchas zonas de evaluación de la calidad del aire. Asimismo, los valores objetivo para la concentración media anual se excedieron en una zona de calidad del aire para el níquel.

La Comisión Europea realiza un seguimiento de los incumplimientos sistemáticos de los requisitos de calidad del aire (para PM10 y NO2), que tienen graves efectos nocivos sobre la salud y el medio ambiente, mediante procedimientos de infracción que incluyen a todos los Estados miembros afectados, también a España. El objetivo es que se establezcan medidas adecuadas para que todas las zonas cumplan los requisitos.

Se calcula que los costes externos de la contaminación del aire en España relacionados con la salud superan los 22 000 millones EUR anuales (ingresos ajustados, 2010), que incluyen no solo el valor intrínseco de vivir una vida sana y plena, sino también los costes directos para la economía. Dichos costes económicos directos tienen que ver con la pérdida de 8 millones de días de trabajo anuales debido a enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, con el coste asociado para los empleadores de 1 056 millones EUR/año (ingresos ajustados, 2010), para la atención sanitaria de más de 82 millones EUR/año (ingresos ajustados, 2010), y para la agricultura (pérdidas de cosechas) de 367 millones EUR/año (2010).

Medidas propuestas:

  • Mantener la tendencia a la baja de los contaminantes atmosféricos con el fin de lograr el pleno cumplimiento de los actuales techos nacionales de emisión y los valores límite de calidad del aire, así como reducir los efectos adversos de la contaminación atmosférica en la salud, el medio ambiente y la economía.
  • Reducir las emisiones de amoniaco (NH3) para cumplir con los actuales techos nacionales de emisión aplicables, por ejemplo introduciendo o ampliando el uso de técnicas agrícolas de bajas emisiones.
  • Reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) para cumplir los actuales techos nacionales de emisión aplicables o reducir el dióxido de nitrógeno (NO2) (y las concentraciones de ozono), entre otros, mediante la reducción de las emisiones relacionadas con el transporte, en particular en las zonas urbanas.
  • Reducir la emisión y concentración de PM10, entre otros, mediante la reducción de las emisiones relacionadas con la generación de energía y calor usando combustibles sólidos, con el transporte y con la agricultura.

Ruido

La Directiva sobre el ruido ambiental prevé un enfoque común destinado a evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos de la exposición al ruido ambiental.

El ruido excesivo es una de las causas principales de problemas de salud. Para mitigar este problema, el acervo de la UE establece requisitos diversos, como la evaluación de la exposición al ruido ambiental mediante el cartografiado del ruido, la garantía de que la información relativa al ruido ambiental y sus efectos está a disposición del público, y la adopción de planes de acción destinados a prevenir y reducir el ruido ambiental cuando sea necesario y preservar la calidad acústica ambiental cuando esta sea buena.

La aplicación por parte de España de la Directiva sobre ruido ambiental lleva un retraso significativo. Ha habido retrasos tanto en la elaboración de mapas de ruido en la última ronda de informes, para el año de referencia 2011, como en la adopción de planes de acción para la gestión del ruido en el periodo actual. La Comisión está realizando un seguimiento en esta materia. Como medida propuesta se establece completar el cartografiado del ruido y los planes de acción para la gestión del ruido.

Calidad y gestión del agua

La política y legislación de la UE en materia de agua requieren que el impacto de las presiones ejercidas sobre las aguas de transición, costeras y dulces, incluidas las aguas de superficie y subterráneas, se reduzca de manera significativa para alcanzar, mantener o mejorar el buen estado de las masas de agua a que se refiere la Directiva marco del Agua; que los ciudadanos de toda la Unión disfruten de normas elevadas de calidad del agua potable y del agua de baño; y que el ciclo de los nutrientes (nitrógeno y fósforo) se gestione de una manera más sostenible y eficiente en cuanto al uso de los recursos. El ODS 6 alienta a los países a garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

El principal objetivo general de la política y la legislación de la UE sobre el agua es garantizar el acceso a agua de buena calidad y en cantidad suficiente para todos los europeos. El acervo de la UE en materia de agua busca garantizar el buen estado de todas las masas de agua de Europa abordando las fuentes de contaminación (p. ej., la agricultura, las zonas urbanas y las actividades industriales), las modificaciones físicas e hidrológicas de las masas de agua y la gestión de los riesgos de inundación.

Los planes hidrológicos de cuenca son un requisito de la Directiva marco sobre el agua y un medio para lograr la protección, mejora y uso sostenible del medio hídrico en toda Europa. Esto incluye las aguas dulces superficiales como lagos y ríos, las aguas subterráneas, los estuarios y las aguas costeras hasta una milla náutica. España ha facilitado a la Comisión información de sus planes hidrológicos de cuenca de segunda generación. No obstante, dado que la Comisión no ha podido validar dicha información para todos los Estados miembros, esta no figura en el presente informe.

En su primera generación de planes hidrológicos de cuenca, España informó sobre el estado de 4 381 ríos, 329 lagos, 180 aguas de transición, 260 aguas costeras y 748 masas de agua subterránea. Únicamente el 43 % de las masas de agua superficial naturales alcanzan un estado ecológico bueno o muy bueno, y el 32 % de las masas de agua muy modificadas o artificiales alcanzan un potencial ecológico bueno u óptimo. El 57 % de las masas de agua superficial (se desconoce el estado del 39 %), el 61 % de las masas de agua muy modificadas y artificiales (se desconoce el 29 %) y el 66 % de las masas de agua subterránea alcanzan un buen estado químico. El 71 % de las masas de agua subterránea están en un buen estado cuantitativo.

La principal presión sobre las aguas superficiales en España es la contaminación de fuente puntual que afecta al 35 % de las masas de agua. La modificación del flujo y las alteraciones morfológicas afectan al 30 % de las masas de agua, seguido de la contaminación difusa74 que afecta al 23 % y la captación que afecta al 21 % de las masas de agua. Hay diferencias significativas entre regiones, p. ej., la contaminación de fuente puntual afecta al 68 % de las masas de agua de la demarcación hidrográfica mediterránea andaluza, pero solo al 18 % en la demarcación hidrográfica del Ebro.

Los primeros planes hidrológicos de cuenca de España presentaban algunas deficiencias que provocaron incertidumbre con respecto al estado y eficacia de los programas de medidas. En concreto, hay puntos débiles en el control, las metodologías de evaluación del estado y la relación entre las presiones y los programas de medidas. Se espera que las medidas previstas produzcan una mejora del estado ecológico y químico de las masas de agua superficiales del 11 %y el 3 %, respectivamente. Las medidas deberían también aportar una mejora del potencial ecológico de las masas de agua artificiales o muy modificadas del 8 % y del 3 % en el estado químico. Asimismo, es necesario plantear mejor la modernización del riego en los programas de medidas; los caudales ecológicos establecidos deben garantizar un buen estado ecológico, y las exenciones que se reflejan en los planes hidrológicos de cuenca deben estar mejor justificadas.

España ya adoptado la mayor parte de los veinticinco planes hidrológicos de cuenca de segunda generación y lo ha notificado a la Comisión. En este momento, la Comisión está evaluando el contenido de dichos planes. En cuanto a la aplicación de la Directiva sobre nitratos, tras un control horizontal basado en los datos de la calidad del agua correspondientes al período 2008-2011, los programas de acción regionales y la actual designación de zonas vulnerables a los nitratos mostraron posibles insuficiencias. En determinadas regiones (como, por ejemplo, Cataluña), la producción ganadera intensiva, y en particular la ganadería porcina, supone una presión adicional sobre la calidad de los recursos hídricos.

En cuanto al agua potable, España alcanza unos índices de cumplimiento muy elevados del 99-100 % para los parámetros microbiológicos, químicos e indicadores establecidos en la Directiva relativa a las aguas de consumo humano.

Según el gráfico, en 2015 en España, de un total de 2 189 aguas de baño, el 83,2 % era de excelente calidad, el 9,5 % de buena calidad y el 3,3 % de calidad suficiente. 58 aguas de baño eran de poca calidad o no conformes, mientras que no fue posible evaluar las 31 aguas de baño restantes.

calidad aguas bano reutilizada espana

A la izquierda la calidad de las aguas de baño 2012-2015; a la derecha el estado de las aguas residuales urbanas en
España 2012 – Plazo final 2005.

En lo relativo a la aplicación de la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, España muestra altos índices de cumplimiento: el 99,7 % de la carga de aguas residuales se recoge, y el 86,2 % es objeto de un tratamiento secundario como muestra el gráfico 11. No obstante, únicamente el 38 % de la carga de aguas residuales que debería haber sido objeto de un tratamiento más riguroso se trata como tal.

Es importante señalar que todavía hay algunas aglomeraciones que no cumplen los requisitos y plazos de la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, por lo que se requiere un mayor esfuerzo a este respecto. En consecuencia, la Comisión ha iniciado varios procedimientos de infracción contra España con respecto a zonas sensibles, normales y pequeñas aglomeraciones. La Comisión sigue muy de cerca estos casos de no conformidad.

En el gráfico se muestra la carga total generada a escala de los Estados miembros (en equivalente habitante y con independencia de las aglomeraciones) y la carga que queda por abordar en España. La necesidades estimadas de inversión (de las que debe informarse en virtud del artículo 17 de la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas) para cumplir plenamente la Directiva en España son de 2 944 millones EUR.

Determinadas zonas de España sufren estrés hídrico, es decir, la demanda de agua excede los recursos hídricos disponibles en condiciones sostenibles. Los planes hidrológicos de cuenca de España incluyen, por imperativo legal, balances hidrológicos a escala de los sistemas de explotación de agua que permitan evaluar la fiabilidad del suministro de agua para todos los usos y garantizar que los objetivos medioambientales se cumplen una vez contabilizadas las restricciones previas de caudales ecológicos. En zonas con estrés hídrico, la reutilización y desalinización del agua son parte de la combinación de recursos en la que se basa el sistema para satisfacer la demanda de agua.

En España, la disociación entre el crecimiento económico y el uso del agua sigue planteando problema. Sectores como la agricultura, el turismo y la energía dependen en gran medida del suministro de agua. Al mismo tiempo, las tarifas del agua son ligeramente inferiores a la media de la UE y se registran grandes diferencias entre ciudades y regiones. Además, hay una falta de transparencia en las subvenciones para el agua utilizada en la agricultura, y raramente se aplican los costes medioambientales (p. ej., los relacionados con la contaminación difusa). Asimismo, es necesario garantizar la sostenibilidad de los proyectos de riego, los caudales ecológicos establecidos deben garantizar un buen estado ecológico y las exenciones relacionadas con nuevas infraestructuras deben justificarse mejor en los planes hidrológicos de cuenca.

Finalmente, las inundaciones son un problema recurrente en España, pero a menudo se descartan las medidas naturales de retención de agua para la prevención de inundaciones, a pesar de que, en ocasiones, son más rentables que las infraestructuras físicas y sus costes son inferiores a los de la recuperación tras las inundaciones.

Medidas propuestas:

  • España debe seguir mejorando su política sobre el agua en consonancia con la lógica de intervención de la Directiva marco sobre el agua.
  • Los métodos para evaluar el estado deben desarrollarse plenamente para mejorar la certeza sobre el estado del agua y deben financiarse adecuadamente los programas de control. Así se dispondrá de una mejor base de información para la toma de decisiones.
  • Las nuevas modificaciones físicas de masas de agua deben evaluarse con arreglo al artículo 4, apartado 7, de la Directiva marco sobre el agua, tras considerar opciones alternativas y medidas adecuadas de mitigación.
  • El control de la extracción de agua, tanto de aguas superficiales como subterráneas, debe mejorar. Debe ponerse en marcha una política eficaz de tarificación del agua, que incluya la recuperación de costes medioambientales y de recursos, en particular para la agricultura, con el fin de proporcionar un incentivo adecuado para el uso eficiente del agua. Sería también conveniente establecer un regulador nacional o un órgano de supervisión que garantice la coherencia y la adecuada recuperación de costes en las tarifas urbanas.
  • España deberá garantizar la designación oportuna de zonas vulnerables al nitrato y reforzar las medidas destinadas a atajar la contaminación por nutrientes y mejorar, con el tiempo, la calidad del agua (aguas subterráneas, dulces y aguas salinas superficiales) en dichas zonas.
  • Completar la aplicación de la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas a todas las aglomeraciones, mediante el establecimiento de la infraestructura necesaria.

Mejorar la sostenibilidad de las ciudades

La política de la UE sobre el entorno urbano anima a las ciudades a aplicar políticas de ordenación y diseño sostenibles del espacio urbano, incluidos enfoques innovadores para el transporte colectivo urbano y la movilidad, edificios sostenibles, eficiencia energética y conservación de la biodiversidad urbana. El ODS 11 tiene como fin lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Los Estados miembros, las instituciones europeas, las ciudades y las partes interesadas han elaborado una nueva agenda urbana para la UE (que incorpora la iniciativa «Ciudades Inteligentes») para abordar estos asuntos de manera integral, incluido su vínculo con los desafíos sociales y económicos. En el centro de esta agenda urbana estará el desarrollo de doce asociaciones en relación con los retos urbanos identificados, entre ellos, la calidad del aire y la vivienda. La Comisión Europea lanzará un nuevo sistema de indicadores de referencia en 2017.

La UE fomenta las ciudades verdes a través de galardones y financiación, como el Premio «Capital Verde Europea» para ciudades de más de 100 000 habitantes y la iniciativa «Hoja Verde Europea» destinada a ciudades y localidades de entre 20 000 y 100 000 habitantes. En el caso de España, hay que señalar que Vitoria-Gasteiz (en el País Vasco) recibió el premio Capital Verde Europea en 201288 y Mollet del Vallés (en Cataluña) fue una de las dos ciudades ganadoras de la primera edición de la Hoja Verde Europea en 201589 .

Debe destacarse que con el apoyo del FEDER, durante los últimos periodos de programación, España ha desarrollado importantes y excelentes iniciativas en lo referente al desarrollo urbano sostenible y a la regeneración urbana en muchas ciudades y localidades. En el periodo actual, 2014-2020, España ha lanzado además una ambiciosa iniciativa integral en favor de las administraciones locales con el fin de promover estrategias de desarrollo urbano sostenible e integrado.

El transporte individual agrava los problemas estacionales de calidad del aire y congestión del tráfico en las principales áreas metropolitanas de España, lo que conlleva costes sanitarios y económicos. Los últimos acontecimientos de Madrid demuestran claramente este hecho y sus consecuencias. Para abordar esta cuestión se requiere un enfoque integral que aporte beneficios medioambientales, así como económicos y sociales. En el marco del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016, una de las medidas previstas por la administración española en este sentido es la distribución de distintivos ambientales para el 50 % de los vehículos españoles, es decir, 16 millones de vehículos que se clasificarán como «Cero», «Eco», «C» y «B» en función de su potencial contaminante.

Acuerdos internacionales

Los Tratados de la EU requieren que la política medioambiental de la UE promueva medidas a escala internacional para abordar los problemas ambientales regionales o mundiales.

La mayor parte de los problemas medioambientales tienen carácter transfronterizo y con frecuencia un alcance mundial y solo pueden abordarse eficazmente mediante la cooperación internacional. Los acuerdos internacionales sobre medio ambiente celebrados por la Unión son vinculantes para las instituciones de la Unión y para sus Estados miembros. Esto requiere que la UE y los Estados miembros firmen, ratifiquen y apliquen efectivamente todos los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente (AMUMA) de manera oportuna. Ello supondrá, asimismo, una contribución importante hacia la consecución de los ODS, a la que los Estados miembros se comprometieron en 2015, e incluye numerosos compromisos ya recogidos en acuerdos jurídicamente vinculantes.

El hecho de que algunos Estados miembros no firmasen o ratificasen una serie de AMUMA compromete la aplicación en materia medioambiental, incluso dentro de la Unión, así como la credibilidad de la Unión Europea en las negociaciones y encuentros internacionales sobre el tema, en los que apoyar la participación de terceros países en dichos acuerdos es un objetivo político consolidado de la UE. En acuerdos que incluyen votaciones, tiene un efecto directo en el número de votos emitidos por la UE.

España ha firmado y ratificado casi todos los AMUMA. Ha firmado el Protocolo Offshore del Convenio de Barcelona, pero aún no lo ha ratificado.

 

Lee de manera completa la Parte I: Ámbitos temáticos "Garantizar la salud y calidad de vida de los ciudadanos" del informe de España, páginas 19-25.

 

 
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