oopinionLa imagen de un coche eléctrico conectado por un cable a un puerto de recarga durante varios minutos incluso horas, tiene un gran efecto desalentador en los posibles usuarios de este tipo de vehículos.

Puedo asegurar que esto no sucede por casualidad ni por falta de medios técnicos ya que es totalmente factible un sistema de sustitución de baterías descargadas por otras cargadas previamente, en menos tiempo del que se tarda en llenar el depósito de un turismo, esta maniobra se podría automatizar totalmente y el usuario sólo tendría que aparcar el vehículo en la estación en el lugar apropiado.

Las baterías descargadas serían comprobadas y recargadas de nuevo en la misma estación de servicio, de esta manera los gastos de transporte se reducirían sólo a la reposición de unidades defectuosas.

Por supuesto sería bueno estandarizar las baterías de los vehículos eléctricos, pero si esto no fuera posible (ya sabemos como son los fabricantes) tampoco supondría ningún problema insalvable, la estación podría identificar fácilmente el modelo de batería en cuestión una vez estacionado el vehículo en el puerto de sustitución.

Este tipo de estaciones serían ideales para dar salida a los sobrantes de producción de energía eléctrica de los parques solares y eólicos, en las horas de bajo consumo este problema también lo tienen las centrales hidroeléctricas obligadas a mantener caudales ecológicos.

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