El GLP, gas licuado de petróleo o autogás, es una alternativa a los carburantes tradicionales más limpia y respetuosa con el medio ambiente, características que lo han convertido en el carburante alternativo más usado en el mundo. Entre las principales ventajas encontramos el menor precio de este combustible, la reducción de las emisiones de NOx, partículas y CO2, una reducción en el ruido y un mantenimiento más económico.
Los vehículos con GLP son bifuel, es decir, están equipados con dos depósitos, uno para gasolina y otro para GLP. De esta manera se multiplica la autonomía del coche. La disponibilidad de estaciones de servicio con GLP es cada vez mayor en toda España, haciendo que el repostaje sea más fácil. En grandes áreas urbanas, como Madrid y Barcelona la cobertura es capilar. Se estima que en 2015 habrá 1.000 estaciones de servicio que ofrezcan GLP.
Conducir un vehículo GLP no entraña ninguna dificultad para el usuario. El depósito de GLP se abastece igual que cualquier vehículo, y tanto el acceso al depósito para el boquerel de la estación de servicio, como el surtidor en sí mismo, son similares a los de cualquier otro vehículo.
Un vehículo GLP ofrece a todos los usuarios, para garantizar una conducción sencilla:
Fuente: Opel.