El camino para hacer que la economía mundial transite hacia una sociedad baja en carbono será largo. La firma del Acuerdo de París marcó la línea de salida, y la UE quiere liderar este cambio con el compromiso de reducir las emisiones de CO2 en un 40% en todos los sectores económicos para 2030. Ya se están adoptando las políticas necesarias en materia económica que faciliten una base más sostenible y una transformación hacia modelos comerciales más eficientes para las empresas europeas, pero se requerirán cambios regulatorios importantes en cuanto a la movilización de capital privado para abordar la financiación. Siguiendo este artículo de CincoDías, resaltamos las recomendaciones prioritarias del Grupo de Expertos de Alto Nivel (HLEG) sobre finanzas sostenibles.
Según la Comisión Europea, se precisarán alrededor de 180.000 millones de euros en inversiones adicionales anuales en sectores como la eficiencia energética, la generación y transmisión de energía renovable y el transporte, por nombrar algunos. La escala del desafío de la inversión está más allá de la capacidad del sector público. La Unión Europea está dando un impulso masivo para atraer inversiones en este sentido. Pero para abordar de forma decisiva el déficit de financiación, se requieren cambios regulatorios importantes que la UE ya está abordando para facilitar la movilización de capital privado. Alcanzar los objetivos de nuestro acuerdo de París requiere no menos que una transformación de todo el sistema financiero, su cultura y sus incentivos.
Europa debería liderar este cambio. En esta línea, a finales de 2016, la Comisión Europea nombró al Grupo de Expertos de Alto Nivel (HLEG) sobre finanzas sostenibles. El grupo recibió el mandato de preparar un plan integral para introducir reformas a lo largo de toda la cadena de inversión, sobre la que construir una estrategia de financiación sostenible para la UE. Este informe establece las bases para construir una verdadera Unión de Mercados de Capital y próximamente se presentará un amplio plan de acción sobre sostenibilidad, basado en las recomendaciones del informe realizado por el Grupo de Alto Nivel. El plan establecerá un camino claro para hacer de la sostenibilidad un pilar del sistema financiero europeo, y fortalecer la posición de Europa como pionera en crecimiento verde y sostenibilidad. Al plan le seguirán importantes propuestas legislativas.
El objetivo es ambicioso, pero realista: convertir a Europa en el centro de gravedad de las inversiones mundiales en una economía de baja intensidad en carbono.
El objetivo del informe es doble: mejorar la contribución de las finanzas al crecimiento sostenible e inclusivo, así como la mitigación del cambio climático, además de fortalecer la estabilidad financiera mediante la incorporación de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la decisión de inversión. El informe establece ocho recomendaciones prioritarias:
Quedan algunas cuestiones claves por resolver como, por ejemplo, la introducción de incentivos para el sector financiero con cambios en los requisitos de capital para inversiones o financiación en proyectos verdes (green Supporting factor). Asimismo, estas políticas se verán potenciadas por una mayor granularidad en la información disponible para los organismos reguladores que permitirían la evaluación de la exposición a riesgos climáticos de las carteras de inversión y financiación.
En suma, la UE ha trazado una estrategia de liderazgo en el tránsito hacia una economía de bajo carbono que requiere una importante transformación económica. El sector financiero será clave en esta hoja de ruta y estas medidas facilitarán un total alineamiento hacia la estrategia diseñada.
Por Manuel Gómez, Director del Programa Directivo de Finanzas para la Sostenibilidad y el Cambio Climático del IEB, para CincoDías.