El derecho a reparar nuestros gadgets choca con los intereses empresariales
Tratar de reparar un Microsoft Surface Laptop o un MacBook Pro que dejó de funcionar es cada vez más complicado. Olvida esa idea; los fabricantes quieren tener el control no solo sobre el hardware o el software, sino también sobre las reparaciones de esos productos. Este tipo de empresas no solo plantean una amenaza directa al medioambiente por la gestión del exceso de residuos, si no que además, contravienen la tendencia general de la UE de fomentar una economía más circular.